CULTURA
Literatura

La poesía reunida de Roberto Bolaño: la obsesión por los malditos

Por primera vez se agrupa en un único volumen toda la obra poética del célebre escritor chileno. Paralelismos con Borges y la búsqueda de una vida diferente.

Roberto Bolaño
Roberto Bolaño | Cedoc

El mito de Roberto Bolaño parece seguir teniendo tela para cortar. Así lo demuestran las más de 600 páginas que conforman su Poesía Reunida (Alfaguara, 2019), en donde se puede ver de corrido el trabajo poético del autor chileno desde la década de los 70’s hasta su muerte temprana en 2003, a los 50 años, justo en pleno reconocimiento internacional de su obra. En esa dirección, en este volumen se aumenta de gran manera La Universidad desconocida, título preparado en vida por Bolaño y publicado post mortem en 2007.

A lo largo de este libro que tiene el tamaño de una biblia, se pueden encontrar una suerte de evangelios personales del autor de 2666. “La comedia íntima de Roberto Bolaño”, describe el escritor español Manuel Vilas en el extenso y detallado prólogo de esta edición. A partir de poemas concretos y otros más cercanos a la experimentación, Bolaño deja claro algo que va a caracterizar su obra: la obsesión por los poetas malditos, aquellos que viven al costado del camino, ni muy cerca ni muy lejos, para tener una visión personal de los acontecimientos.

“El espíritu de la ciencia ficción”, de Roberto Bolaño

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Los malabares que tienen que hacer muchas veces los escritores y, sobre todo, los poetas para sobrevivir, marcaron la vida del propio Bolaño, quien tras coquetear con la poesía y la vanguardia durante su juventud en México, jamás pudo abandonar su encandilamiento por ese destino errático. Gran parte de ese encanto se basa en su propia contradicción: así como quería una vida llena de aventuras y experiencias, no podía abandonar su afán por leer todos los libros que consideraba indispensables para ser un “escritor serio”. Así, su espíritu se dividía entre una rata de biblioteca y una rata de bar de mala muerte.

“Bolaño vio en la poesía una forma de rebeldía y una intriga existencial que engrandecía la vida. Es curioso, porque sin esa apelación a la poesía no se puede entender el conjunto de su obra, especialmente sus dos novelas más celebradas”, destaca Vilas de forma acertada en el prólogo, haciendo referencia a Los detectives salvajes y 2666. Meterse de lleno a la poesía reunida del autor chileno es conocer la cocina detrás de su escritura, de qué manera se conformaba su visión de los detalles más específicos y extraños que hacen a la vida material digno de la literatura.

En esa misma dirección, este libro ayuda a entender más ese hilo invisible que une la obra literaria de Bolaño con la de Jorge Luis Borges. “Probablemente el mayor escritor que haya nacido en Latinoamérica”, afirmaba el chileno sobre el autor de El Aleph en “Derivas de la pesada”, una mirada aguda sobre la literatura argentina de fines del siglo XX. Ambos comenzaron como poetas, aunque pasaron a la posteridad por sus obras narrativas. Ese pequeño pero letal desfasaje los vuelve miembros de una misma familia literaria.

¿A quién le importa la literatura?

La admiración de Bolaño por los poetas malditos tiene su espejo en el interés de Borges por la figura del malevo, los viejos compadritos del tango que acompañaban sus melancólicas letras con vidas al borde de la ley. Si bien en el caso del argentino se jugaba una dialéctica constante entre el amor y el rechazo, pocos pudieron describir a esos personajes como él. En Poesía reunida, Bolaño vuelve una y otra vez sobre el oficio desfachatado del poeta, ese tipo de personas que mezclan sus aventuras con su desdicha, al igual que sucede en las viejas letras de tango. “A veces soy inmensamente feliz/ no importa lo que yo te diga”, confiesa en uno de los primeros versos de este libro, marcando ese truco narrativo que abunda en sus poemas: la desdicha como pieza clave.

“Él era poeta, y muy bueno, y escribía ensayos, y sólo bien entrado en la treintena se puso a escribir narraciones. Hay quien dice que lo hizo ante la imposibilidad de convertirse en el poeta más grande de la lengua española”, escribió Bolaño sobre Borges en un breve texto que se llama “El bibliotecario valiente”. Lo mismo podría decirse del autor chileno, quien pasó a la posteridad como un narrador clave para la literatura del siglo XXI, a pesar de tener en su sangre toda la poesía del siglo XX. Este libro, no hace más que confirmarlo.

GY EA