CULTURA
Libro y exposición

Ni rosa Luxemburgo ni rosa light, Rosa Chancho: un experimento colectivo que se divirtió, movilizó y se apagó, por ahora

Era 2005 y cinco jóvenes con inquietudes en el mundo del arte, eclipsados por el post 2001 se unen para cuestionar el individualismo, toman una posta plantada por Roberto Jacoby y se atreven a reírse del ecosistema al que pertenecen. Rosa Chancho fue su tercera vía.

Colectivo Rosa Chancho 29102025
Colectivo Rosa Chancho | Prensa Caja Negra

Esto es como en los sesenta, solo que con menos esperanza”, dice el anfitrión del club Shortbus en la película llamada así de John Cameron Mitchell estrenada en 2006. Esa era la vibración de los jóvenes que buscaban experimentar en esos años. Un año antes, en la ciudad de Buenos Aires nació Rosa Chancho, un colectivo creado por cuatro artistas y un curador para hacer cosas, su lema era una tercera vía - no exenta de humor-, ante el “rosa Luxemburgo” y el “rosa light”, ambas tipificaciones ideadas por Roberto Jacoby para definir a quienes defendían el “arte por el arte” y los que se proponían hacer “arte politizado”.

Colectivo Rosa Chancho 29102025

Trailer de Shortbus

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La actitud de Rosa Chancho es una expresión en el mundo del arte como otras en diferentes ámbitos en ese post 2001. “Que se vayan todos”, era también que se vaya todo lo conocido, las formas clásicas de plantear cosas había fracasado, eran años donde jóvenes con interés político progresista y/o de izquierda sospechaba de las tradiciones de los dirigentes y partidos políticos. Nacían las “organizaciones de base”, “frentes populares”, “horizontales”, el auge de autonomismo, crecían las relecturas del concepto de hegemonía de Gramsci, de las relaciones de poder propuestas por Foucault. El poder circulaba y se podía revertir construyendo microespacios de poder, sin líderes, desde abajo. Algunas idealizaciones del zapatismo se colaban en varias de ellas, se vendían las remeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y era cool vestirlas.

En ese contexto, pero dentro de un mundo mucho más endogámico y, muchas veces, elitista, tiran su piedra los Rosa Chancho. Ahora, 25 años después, la editorial Caja Negra decidió publicar un libro que recupera sus experimentos y se titula Huir del mundo, memorias de acción de un movimiento artístico, a la vez en la Galería Nora Fish, hay una inauguración que recupera parte de sus trabajos.

Yo no me sentaría en tu mesa

Uno de los ejes de la práctica de Rosa Chancho fue la mutación de sus identidades individuales en una estructura colectiva. Esas identidades individuales son las de Julieta García Vázquez, Mumi, Tomás Lerner, Osías Yanov y Javier Villa. En la solapa del libro señala “han sido: artistas, escritores, espeleólogos, curadores, masajistas, directores de teatro, galeristas, jurados, músicos y profesores”, de esos conceptos ninguno es metafórico. Ni siquiera del de espeleólogos.

Colectivo Rosa Chancho 29102025

“Rosa Chancho convirtió la precariedad en oportunidad y el desamparo en impulso creativo. Para dejar atrás el repliegue propiciado por la crisis, eligió la reinvención, con la colaboración como política y el ritual como forma de conocimiento”, apunta la contratapa del libro.

“Al mismo tiempo archivo, obra y manual de instrucciones, Huir del mundo contiene ejercicios de iniciación, diarios de viajes reales e imaginarios, guiones de performances y notas sobre proyectos inconclusos que dan acceso a la matriz conceptual y sensorial del colectivo. En un presente que vuelve a exigir imaginación crítica como estrategia de supervivencia, las huellas que integran este libro estimulan la necesaria arqueología de nuestro pasado reciente, algo distante pero aún fresco, territorio fértil para buscar orientación en el desierto del porvenir”, concluye.

Rosalía se junta con Björk, Estrella Morente y la Orquesta Sinfónica de Londres para dar vida a “Lux”

Entre sus acciones, una de las más populares fue Stage Diving, donde invitaron al público a lanzarse desde un escenario al modo de estrellas de rock. En esta propuesta catártica, de confianza en la acción colectiva, uno de los que más se lanzó, según recuerda sus miembros, es Roberto Jacoby. Sí, el mismísimo creador de algunas letras de una de las bandas más vanguardistas de rock nacional como lo fue Virus y el artista que sigue siendo un faro por su creación y por su forma de pensar el arte.

Rosa Chancho
Stage Diving

El libro comienza con su manifiesto que se construye a través de mails en el formato de cadáver exquisito y así construyen versos que van desde “A rose is a rose. Ceci n’est past un porc” a “Un chico y su madre conversan sobre lo bonitas que son las toallas que compraron en el verano, se imaginan que en poco tiempo las toallas se van a estropear hasta convertirse en trapos de piso”.

Rosa Chancho
Los Rosa Chancho hoy

También hay brainstorming de ideas: “Suelta de chanchos para Navidad, coordinada con medios televisivos para que cubran el evento (…) Existe un peligro cierto en esta acción y jugar con esa instancia es interesante. Ser realmente un terrorismo rosa”.

Por lo que su lectura también es un viaje experimental, que moviliza, que guarda cierta nostalgia, que despabila y que hace salir del agujero interior.

Acción directa

Los Rosa Chancho se morían de risa cuando pensaban en descolocar ese mundillo de arte muchas veces entumecido. Y más carcajada le causaba cuando eso que proponían era realizadocon seriedad. Una vez llevaron a un vecino como parte de su obra y se la vendieron a un museo, ese fue su “Hombre obra”.

También su primera obra exhibida como grupo fue en la Galería Ruth Benzacar, donde inventaron un artista individual y narcisista que se llamó Víctor Volman, que fue seleccionado por el jurado del premio Currículum Cero. El artista ficticio se presentaba a su público con un autoretrato y se autodenominaba como el artista visual del futuro.

Colectivo Rosa Chancho 29102025

La promoción decía: “Con la compra de mi producción plástica usted podrá acceder a las siguientes súper ventajas: ¡Prestigio! ¡Ascenso en la escala social! ¡Especulación financiera! ¡Competencia cultural!¡Placer estético sin salir de su casa! ¡Home contemplation!”

Otra de sus acciones que se reía o cuestionaba desde adentro el mismo circuito, fue una permormance que se llamó Inauguración, en la que en un espacio de pocos metros cuadrados había una galería sin paredes donde personajes y visitantes estaban en una situación de tedio constante durante ocho horas seguidas.


Exposición en Nora Fisch

En ocasión de la publicación de Huir del mundo, Rosa Chancho presenta una exposición que revisita más de una década de prácticas colaborativas. Una mirada retrospectiva sobre el contexto cultural y político desde el que emergió el grupo y las formas que exploró para afrontarlo.

Colectivo Rosa Chancho 29102025

Huir del mundo establece un diálogo entre pasado y presente a través de la rematerialización de proyectos y delirios a través de las décadas, de la recreación de ambientes, la exhibición de registros y la incorporación de nuevas producciones concebidas especialmente para la ocasión.

La exposición propone una relectura integral de la potencia experimental de Rosa Chancho, donde la memoria se actualiza en contacto con el presente para volver hacia aquello que alguna vez fue acontecimiento. En ese espacio movedizo entre memoria y juego, vuelve la energía chancha: un modo de estar juntos, de inventar mundos y de huir de ellos al mismo tiempo.

La muestra estará hasta finales de octubre en la galería Nora Fisch, Av. San Juan 701, de martes a sábado de 14 a 19.

DCQ