El legendario Huevo de Invierno, una de las obras más excepcionales de la Casa Fabergé, será subastado el próximo martes en Londres, según confirmó la casa Christie’s. La pieza, considerada una joya única de la orfebrería rusa, está valuada en más de 25 millones de dólares y podría romper todos los récords del mercado.
Creado en 1913 por encargo del zar Nicolás II como obsequio para su madre, la emperatriz María Fiódorovna, el Winter Egg es célebre por su extraordinaria delicadeza: está tallado en cristal de roca y ornamentado con más de 4.500 diamantes, un nivel de precisión que lo ubica entre los trabajos más complejos del mítico taller imperial.
Christie’s estimó que el precio final podría superar las 20 millones de libras, lo que consolidaría su estatus como uno de los objetos más valiosos provenientes de la Rusia zarista. El récord actual para una pieza de la misma categoría fue establecido en 2007, cuando el Huevo Rothschild se vendió por casi 9 millones de libras a un coleccionista ruso.

Una reliquia de la dinastía Romanov
La Casa Fabergé produjo 50 huevos para la familia imperial rusa como obsequios de Pascua, una tradición que se interrumpió con la caída de los Romanov en 1917. Según detalla Margo Oganesian, responsable del departamento de obras rusas de Christie’s, solo 43 de esas piezas sobreviven.
“El Winter Egg tiene un estatus aparte”, explicó la especialista. “Además de su lujo evidente, lo que lo distingue es la técnica y el virtuosismo necesarios para trabajar un material tan delicado como el cristal de roca y engastarlo con miles de diamantes.”

Un recorrido marcado por guerras, ventas y desapariciones
Tras la Revolución Rusa, la joya fue trasladada de San Petersburgo a Moscú, donde los bolcheviques la vendieron a un joyero londinense. En 1949 volvió a subastarse en la capital británica, pero luego pasó dos décadas fuera del radar de los expertos. Fue recién en 1994 cuando reapareció y fue ofrecido por Christie’s en Ginebra.
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En 2002, la pieza volvió a cambiar de manos en Nueva York por 9,6 millones de dólares, un récord en su momento para los huevos de Fabergé.
Ahora, su regreso al mercado internacional promete atraer a coleccionistas de alto perfil y podría establecer una nueva marca histórica para estas reliquias de la monarquía rusa.
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