Las tarjetas de débito fueron las grandes ganadoras de la pandemia. Su uso en compras aumentó en el primer trimestre del año un 33% interanual con respecto al mismo período de 2020, cuando aún no había irrumpido el Covid-19. El alza se explica por cambios de hábitos de consumo, que llegaron durante la emergencia sanitaria y se consolidaron con el paso de los meses, y por el avance de los medios de pago electrónicos.
Según el Índice Prisma Medios de Pago del primer trimestre de 2021 que se difundió hoy, las tarjetas de débito están ganándole espacio al uso del efectivo. “En el primer trimestre se aceleró el aumento del uso de tarjeta de débito y la tarjeta de crédito se estabilizó. La irrupción de la pandemia catapultó el uso de la tarjeta de débito”, comentó a PERFIL Julián Ballarino, Head de Relaciones Institucionales de Prisma Medios de Pago.
Mientras las tarjetas de débito representaban en el primer trimestre de 2020 el 38,6% del total de volumen de compras con medios electrónicos y las de crédito el 58,5%, en el mismo período de este año el débito subió a 46% del volumen total y el crédito cayó al 51%.
Cómo se reinventan las tarjetas en la pandemia
“Esto es básicamente por cambios de hábitos de consumo y por inclusión financiera digital. Se puede ver también algo de caída relativa producto de desincentivos al crédito”, explicó Ignacio Carballo, Director del Ecosistema de Programas Fintech para América Latina en la UCA. La comparación tiene en cuenta el último período previo a la pandemia y el primer trimestre de 2021, donde las restricciones se relajaron más que en ningún otro momento desde la irrupción del Covid-19.
Dentro del consumo con tarjeta de crédito, el 48,5% del volumen correspondió a extracción por cajeros, el 48,3% se destinó a compras, y el 3,1% a retiro de efectivos en comercios. “La gente pasó a pagar los servicios online en vez de ir al Pago Fácil, compró por primera vez por Internet con tarjeta de débito, cuando antes el e-commerce estaba más volcado a la tarjeta de crédito, jubilados se acostumbraron también a pagar por Internet, se incrementó el uso de aplicaciones de delivery, los restaurantes incorporaron botones de pago, y hubo un boom de las billeteras virtuales y de la bancarización con cuentas básicas con tarjeta de débito”, explicó Carballo.
En relación a la cantidad de tarjetas activas en los últimos tres meses a lo largo y ancho del país, las de débito también crecieron en la variación interanual, con una suba del 6,5% con respecto al mismo período de 2021. El parque de tarjetas y, fundamentalmente, su mayor uso indica que el auge del débito puede crecer aún más. “La cantidad de gente que tiene una tarjeta de débito en la mano es descomunal, no se puede comparar a la que había en la pre pandemia”, agregó Carballo.
El Índice Prisma también señala que en el primer trimestre del año, los consumidores se inclinaron por los planes ‘Ahora’ para financiar compras de largo plazo. Las compras de una cuota representan el 58% del volumen de consumos con tarjeta de crédito. En tanto, los ‘Ahora’ son el 24,2% y las compras en cuotas el 17,6%.“Los Planes Ahora siguen siendo los preferidos por los consumidores para realizar compras de largo plazo”, amplió Ballarino.
Intermediación financiera y comercio electrónico, ganadores en la pandemia
¿Qué es el Índice Prisma?
El Índice Prisma Medios de Pago es un estudio de mercado que utiliza la información estadística que cuenta la empresa a partir de los diferentes productos que administra, como las terminales LaPos, el Gateway Decidir, la red de cajeros automáticos Banelco, el pago electrónico de impuestos y servicios en PagoMisCuentas, las transacciones a través de Todo Pago, y la pondera con estadísticas del Indec y del Banco Central de la República Argentina.
Se trata de operaciones efectuadas con medios electrónicos, que se dispararon durante la pandemia y prometen crecer aún más en el futuro. El Directorio del Banco aprobó el año pasado el programa de Transferencias 3.0, una nueva normativa que busca impulsar los pagos digitales y promover la inclusión financiera. Según informó el Gobierno, el propósito de la modernización del sistema es expandir el alcance de las transferencias inmediatas, lo que permitirá construir un ecosistema digital de pagos abiertos y universales que esté en condiciones de sustituir al efectivo con eficiencia y seguridad.
El débito, las billeteras virtuales, la interoperabilidad, y los pagos con códigos QR llegaron para quedarse.