Se han derramado litros de tinta pregonando lo que podría suceder sin acuerdo con el FMI, pero hay que ser cuidadosos, por allí el gobierno se equivoca y acuerdan con el organismo, sería muy útil tener un escenario posible, ya que las ganancias o pérdidas (según la inversión realizada) podrían ser muy importantes.
La relación pasivos monetarios versus reservas es muchas veces criticada por muchos analistas económicos, pero la realidad indica que en la mayoría de los casos hay una correlación muy importante entre esta relación y la cotización del dólar blue.
Con datos del Banco Central al 23 de enero esta relación nos da un dólar de equilibrio de $ 218, un valor muy parecido a los $ 223 que cotiza en el mercado el dólar blue.
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Lo interesante del acuerdo con el FMI es que el organismo refinanciaría la deuda original del organismo con la Argentina, y podría proceder a devolverle al país los Derechos Especiales de Giro (DEG) que se utilizaron para saldar las deudas del año 2021. Un acuerdo con el FMI implicaría que las reservas pasarían a crecer en aproximadamente U$S 4.000 millones.
El gobierno aprovecha su gira por Rusia y China para solicitarle a China un incremento del swap en el equivalente a U$S 3.000 millones. Esto implicaría otra suba de las reservas.
Si el mercado siguiera correlacionando la suma de los pasivos monetarios sobre las reservas con la cotización del dólar blue, este último debería descender a la zona de $ 190. No decimos que llegaría a dicho valor, pero es probable que no siga subiendo desde los valores actuales.
En setiembre del año 2020 el gobierno prometía no pagarles a los bonistas privados un valor presente superior al 50%, y terminaron arreglando por encima de dicho valor, el dólar araño los $ 200, y luego de la llegada de los títulos al mercado bajo durante más de 6 meses.
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Papeles y solo papeles
Si bien lo que llegaría a las arcas del Banco Central (DEG Y SWAP) sería una suma de papeles, y no dólares billetes constantes y sonantes, creemos que al menos, calmaría las expectativas negativas actuales.
El AL30 en dólares tiene hoy una tasa de retorno del 30% anual, cuando un bono de Ecuador que reestructuró la deuda privada y acordó con el FMI antes que Argentina, tiene bonos que rinden el 10% anual. No creemos que nuestros títulos lleguen a tener este rendimiento, pero tranquilamente podrían tener tasas de retorno menores al 25% anual, y esto daría lugar a una fuerte suba de paridades.
El índice merval cotiza hace bastante tiempo entre 80.000 y 100.000 puntos, si hay un acuerdo con el FMI podría darse un impulso alcista que lo lleve a cotizar por encima de los 100.000 puntos, lo que dejaría una grande ganancia a los inversores que se han comprado en los valores actuales.
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El acuerdo con el FMI y la inflación
Un acuerdo con el FMI no detendría la escalada alcista de los precios. Es un secreto a voces que las tarifas deberían ajustarse no menos de un 30%, el combustible en Argentina cotiza a un precio del barril equivalente de U$S 55 cuando en Europa cotiza en torno de los U$S 90. Un litro de combustible en cualquier país vecino vale 3 más que en Argentina.
El dólar oficial está severamente atrasado, hay muchos productos que no podemos colocar en el exterior, pero los países vecinos nos venden a nosotros. Ejemplos hay de sobra, pero para muestra basta un solo botón.
En Argentina tenemos el maíz más barato del mundo, sin embargo, no podemos exportar carne de cerdo, en cambio importamos bondiola en cantidades industriales de Brasil. Algo parecido sucede con el trigo, que tiene un mercado intervenido con un precio ridículo en país, pero las empresas que transforman el trigo en harina no pueden exportar porque no les cierra el precio de venta en el exterior.
Un acuerdo con el FMI no detendrá la corrección en el tipo de cambio oficial, y menos aún la suba de tarifas, esto traería como correlato una fuerte suba de precios. Por otro lado, la sequía está impulsando el precio del maíz, que terminará impactando en toda la cadena de carne, leche y huevo. Esta suba en los alimentos podría tensar las paritarias que comenzaran en el mes de marzo.
¿Podrían no acordar con el FMI?
El gobierno juega a policía bueno y malo, un grupo de la coalición gobernante no desea el acuerdo, y otro sugiere acordar usando todas las influencias que tiene a su alcance. Es parte de la mezquindad política, estoy en el gobierno, pero no me hago cargo de los problemas estructurales, mejor echarle la culpa a otro. Daría la impresión que no acordar no es el camino.
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El escenario posible si Argentina acuerda finalmente con el Fondo Monetario
- La Argentina podría acordar con el FMI y aumentar el swap de China, esto engrosaría las reservas y podría poner paños fríos en la cotización de los dólares alternativos. El dólar oficial necesita una actualización, como mínimo entre un 20% y 25%, para luego ir aumentando al ritmo de la inflación. Esto achicaría la brecha, que no creemos que se ubique por debajo del 80%, pero sería un alivio respecto a la brecha actual que está en el 115%.
- El acuerdo con el FMI es una condición necesaria pero no suficiente para resolver los problemas de Argentina. Tendremos un año con niveles de inflación del 60% anual, y una puja distributiva muy fuerte. No vemos al gobierno diseñando un escenario amigable para las inversiones.
- Los activos financieros podrían tener una suba importante en el corto plazo, vemos sumamente castigados a los bonos en dólares, y a las acciones.
- En el primer trimestre del año 2022 el sector público tiene resultados fiscales menos deficitarios que en el resto del año, esto ayudaría a que la emisión monetaria sea mucho más baja que la observada en el tercer y cuarto trimestre del año 2021.
- En el segundo trimestre del año 2022 ingresan los dólares de la cosecha, y la recaudación tributaria alcanza su punto más elevado dada la recaudación de retenciones, impuesto a las ganancias y bienes personales. Por algo se dice que el segundo trimestre del año, es el trimestre de oro para las cuentas públicas.
- En el segundo semestre del año 2022 volvemos a estar en desventaja, ya dejamos atrás el ingreso de dólares de la cosecha, la recaudación tributaria ya no tendrá el impulso de la primera parte del año, y volvemos al escenario de escasez de pesos y dólares
En síntesis, podemos estar ante la presencia de una ventana de tiempo con dólares alternativos más calmos, suba de los activos financieros y alta inflación. Esto no duraría para siempre, desde julio en adelante los problemas pueden sobrevenir con mayor virulencia a los observados en el año 2021.
* Asesor económico y consultor de empresas