La economía argentina entró en un “amesetamiento” y, sin ayuda externa, la apuesta para que el PBI pueda crecer al 1% este año depende de que se reactive el consumo interno y para que esto ocurra, los aumentos salariales deberán ser mayores a la inflación.
El último informe de coyuntura de la GraN MaKro, la agrupación de economistas que son afines al modelo, y que homenajea a Néstor Kirchner con sus iniciales destacadas en la tipografía de su logo, sostiene que “el Estado garantiza un nivel importante de actividad”.
“El Gobierno va a acompañar, pero se necesita que el sector privado haga su aporte”, señaló el economista Alejandro Robba, quien consideró que para que el consumo crezca “las paritarias deberán estar por encima de la inflación este año. Esa es la apuesta del Gobierno para que pueda crecer el consumo”.
Esto implicaría que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, avale acuerdos por “una cifra mayor al 25% o 26%”, estimó. Hoy ya hay paritarias –como la de docentes bonaerenses– que apuntan arriba del 28%.
“A fines de enero, el gobierno nacional anunció la suba de las jubilaciones de la Ley de movilidad provisional del 18,26%, lo que significa un impulso adicional al consumo privado de los hogares”.
“En estos días se ampliaron los aportes a infraestructura y a ayuda escolar. Toda esta batería de políticas, incluidas la AUH y demás derechos sociales establecidos en los últimos años, se han convertido en los pilares de la política económica actuando como sostén de la demanda agregada”, detalló el informe. También el ministro de Economía, Axel Kicillof, coincidió en que habrá más medidas de este tipo.
La agrupación, en tanto, reconoce que el PBI se estancó en 2014, aunque destacan que hubo un repunte leve del consumo en diciembre y enero. No obstante, toman los datos de ventas de consultoras privadas como CCR para dar cuenta de la baja de 1,4% del año pasado.
En el frente externo, las exportaciones sufrieron un nocaut, según la Gran Makro, que no obstante atribuyen los golpes a la soja y Brasil, sin sumar los problemas de competitividad a los que apuntan los empresarios. “Este año Brasil está descartado” como ayuda, advierte Robba sobre el 2015.
Si el consumo repunta y el Gobierno se asegura un esquema financiero que le permita algunos ingresos o renegociar vencimientos, “se puede sacar la mirada austera de las importaciones. Hoy sólo entra lo necesario porque hay una sintonía muy fina con las reservas”, ponderó el economista.