El próximo viernes se reunirá el directorio ejecutivo del FMI para evaluar el informe sobre la economía argentina elaborado por la misión técnica del organismo que visitó en febrero el país. Tras la aprobación formal, habilitará un desembolso de US$ 10.800 millones, el tercero dentro del acuerdo standby vigente. El gobierno espera ansioso ese flujo en medio de la volatilidad cambiaria que llevó al dólar a tocar el miércoles último un récord de casi $ 45.
Con el ingreso de fondos, el Tesoro venderá US$ 9.600 millones a partir del 15 de abril, a través de subastas diarias por US$ 60 millones. El Gobierno confía que esa oferta sumada a las divisas que aporte la liquidación de la cosecha gruesa será suficiente poder de fuego para lograr calma cambiaria ante una eventual mayor demanda de dólares durante la campaña electoral.
En ese sentido, alegan que la gente vendedora de dólares supera a la compradora. El último balance cambiario del BCRA de febrero difundido en la semana reflejó esa situación. Sin embargo, economistas y operadores consultados por PERFIL siembran dudas porque la incertidumbre electoral hace difícil predecir el nivel de dolarización. Y previenen que en “un día de estrés cambiario, US$ 60 millones es poco”.
Los analistas juzgaron que en esta inestabilidad cambiaria sería más efectivo no detallar la estrategia de ventas del Tesoro. Mauro Mazza, de Bull Market Brokers, opinó que “hubiera sido mejor el factor sorpresa, en los mercados cuanto más certidumbre sobre ciertas cosas es peor, porque la incorpora al precio, y te puede llevar medio puesto”.
Matías Rajnerman, de Ecolatina, razonó: “Ahora el mercado sabe que si el dólar está fuera de la zona de no intervención con más de US$ 60 millones hace subir al tipo de cambio; era mejor que el Tesoro no anunciara cómo va a cambiar los dólares a pesos para tener un poder disuasorio mayor, y que tuviera total flexibilidad”.
Bajó el dólar y se ubicó en $ 44,30 minorista
Para Guido Lorenzo, de LCG, “para calmar el tipo de cambio hubiese servido tener un poco más de discrecionalidad, pero el FMI no quiere que se interpreten esas ventas como intervención en el mercado de cambios, porque abogan por régimen de libre flotación”. El financista Christian Buteler advirtió que “hay que ver si los dólares del campo y del Tesoro alcanzan, dependerá de lo que pase con el escenario internacional y las encuestas electorales; en Argentina siempre hay dolarización en las elecciones, pero creo que en esta va a ser un poco más de lo acostumbrado” porque la pulseada está reñida. Para Pablo Castagna, de Portfolio Personal Inversiones, “si el frente externo está calmo, y no hay un cimbronazo político local, el dólar en el segundo trimestre debería estabilizarse en estos valores, o incluso bajar un poco porque va a haber más oferta, pero si se complica la mano, con los US$ 60 millones diarios no hacés nada”.
Agrodólares. Los economistas discrepan sobre el comportamiento que tendrán productores y exportadores.
De acuerdo con Mazza, en abril “habrá una liquidación diaria de alrededor de 150 millones, el doble que el año pasado”, indicó que en la última semana “ingresaron 6 mil camiones por día”, por lo que estimó que “a partir del jueves o viernes se sentirá el impacto del campo en el mercado”. Prevé que el productor “liquidará, no puede especular, porque viene de una mala cosecha en 2018, y pasó los cinco meses de siembra sin ver un mango, endeudado con tasas del 60%, ese tipo tiene que vender”.
En cambio, Lorenzo cree que “van a retener todo lo que puedan, los más chicos capaz liquiden algo para financiar capital de trabajo, pero los grandes tienen espalda y prefieren integrar capital de ellos antes de vender los granos a un tipo de cambio bajo si especulan que subirá”.
El respiro del dólar no consigue calmar las proyecciones de inflación, que llegan a 40%
Diego Martínez Burzaco, de MB Inversiones, consideró que “los exportadores van a liquidar al máximo nivel posible, por eso es importante que el dólar deje de dar saltos, porque si no hay estabilidad van a demorar”. Rajnerman coincidió en que “van a liquidar cuando el dólar esté en los picos, y en los días de mayor tensión, en lugar de ayudar, esos dólares van a desaparecer esperando un tipo de cambio más alto”.
Goldman Sachs mira la elección
La macroeconomía argentina se mantiene débil, pero se necesita la continuidad de las políticas, escribe en su último informe el banco de inversión Goldman Sachs. “Las perspectivas para la reelección de Macri son desafiantes”, señala.
“Las políticas son lo que el país necesita para corregir los desbalances”, sostiene el análisis, que concede que la inflación anualizada está por arriba del 50%, una recesión fuerte y aumento del desempleo.
“Más que una fuerte recalibración, lo que se necesita es mantenerse en curso y perseverar, particularmente en la consolidación fiscal. Eso requiere la continuidad más allá de este año, donde la política macroeconómica se intersecta con el impredecible mundo de la política”, agrega.
En ese marco, el Gobierno envió el viernes el proyecto para la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, uno de los puntos comprometidos en el acuerdo con el FMI, donde pone fin a la posibilidad de pagar deuda con reservas y también al financiamiento del Tesoro por parte del BCRA.
Sobre Macri, GS marca que las variables económicas declinaron y que los votantes están preocupados por esos temas: inflación, recesión, desempleo. En tanto, señalan que no es clara todavía la candidatura de Cristina Fernández y que se perfila un peronista moderado.