La guerra entre Rusia y Ucrania desde sus primeros días disparó los precios del gas y otros combustibles fósiles que alcanzaron niveles nunca vistos, arrastrando tras de sí el precio de la electricidad en el mercado mayorista.
Yara, el mayor fabricante mundial de fertilizantes cristalinos, está sufriendo los efectos del aumento del precio del gas y en consecuencia, la empresa noruega decidió reducir su producción en Europa.
La compañía no ofreció muchos detalles al respecto, pero redujo temporalmente la actividad de su fábrica en Le Havre, en Francia, y en la Ferrara, en Italia, a causa de los aumentos del precio del gas.
Suben los precios de los alimentos de los alimentos en Rusia y crece el temor al desabastecimiento
Resulta que el combustible representa el 90% del costo de producción de los abonos minerales, razón por la que la compañía ya había reducido en septiembre su producción temporalmente.
Sin embargo, la última decisión que tomó Yara de recortar sus dos centros en Europa no hace más que acentuar los temores de escasez de fertilizantes en el viejo continente, cuyo preció se disparó por la operación militar de Rusia en Ucrania.
En ese contexto, la comunidad agrícola se mostró muy preocupada por el impacto del conflicto, pues no solo es el recorte de Yara en su producción el problema, a ello hay que sumarle que Rusia es uno de los principales productores de fertilizantes nitrogenados de la Unión Europea.
Subas en los precios de los alimentos amenaza a las monedas de mercados emergentes
Rusia es un actor clave: su producción representa una cuarta parte del comercio mundial. Una reducción, o incluso una ruptura de los suministros rusos, parece inminente conforme avanza la guerra.
Ya en 2021 había problemas en el viejo continente en cuanto a la producción de fertilizantes. La fuerte demanda y los altos costos de insumos dispararon los precios, generando una gran preocupación por la seguridad alimentaria. Además, se aumentó la inflación en los precios de los productos básicos agrícolas.
La semana pasada, el Ministerio de Industria de Rusia aconsejó a los productores de fertilizantes que suspendieran temporalmente sus exportaciones alegando “sabotajes” de empresas extranjeras que busca obstaculizar el transporte de este producto. Se trata de una verdura pesadilla para el mundo agrícola, que ya se ve enfrentando a un aumento generalizado de los costes de producción.
Rusia: un jugador clave en la producción de fertilizantes
Según indica el Instituto de Investigación de Políticas Alimentarias, el gigante eurasiático es uno de los principales productores de fertilizantes. Según el organismo, Rusia representa el 15% del comercio mundial de abonos nitrogenados y el 17% de las exportaciones mundiales de fertilizantes potásicos.
Asimismo, Rusia es responsable del 20% del comercio mundial de gas natural, un componente vital en la fabricación de fertilizantes.
Muchos países de Asia central y de Europa dependen de Rusia para obtener más del 50% de su suministro de fertilizantes. El sector agrícola alemán, por ejemplo, obtiene el 30% de su suministro desde Rusia.
Súperpotencias divididas sobre sanciones a fertilizantes rusos
En Francia, si bien las reservas de abono para este año ya están aseguradas, son las compras para la campaña 2023 lo que genera preocupación en los agricultores. Esta situación podría llevarlos a utilizar menos fertilizantes el año que viene, incrementando el riesgo de que el rendimiento de los campos disminuya.
En consecuencia, los agricultores ya se preparan para que los altos costos operativos resulten en cuellos de botella y por ende, en una reducción de la producción.
Brasil: otro afectado por el conflicto
La operación militar de Rusia en Ucrania y las sanciones económicas desde Occidente a Moscú crearon problemas para el sector agrícola del gigante sudamericano, que importa de Rusia y Bielorrusia el 85% de las materias primeras empleadas para producir fertilizantes.
Las exportaciones provenientes del agro de Brasil ascendieron a 109,2 mil millones de euros en 2021, un aumento del 20% con respecto al 2020. No obstante, los costos operativos y la necesidad de encontrar proveedores alternativos para asegurar las próximas cosechas imponen nuevos retos.
Tereza Dias, ministra de Agricultura de Brasil, recurrió a países de Oriente Medio y a Canadá para hallar nuevos proveedores. Asimismo, la funcionaria lideró una propuesta que respaldó el Mercosur y presentada ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), solicitando que los fertilizantes se excluyan las sanciones a Rusia.
Con información de RFI
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