ECONOMIA
EL IMPACTO SOBRE LA INDIGENCIA

El Gobierno busca que los aumentos de la AUH se den de manera discrecional

El proyecto del Ejecutivo para 2026 plantea una reducción en los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y la disolución de la actualización automática de los ingresos. Desde Unicef y la UCA resaltaron que el papel de estas asignaciones en la reducción de la pobreza y la indigencia fue fundamental y que, de no continuar, la cantidad de niños en la indigencia podría incrementarse en 1 millón.

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Necesaria. De no continuar la Asignación Universal por Hijo, la indigencia podría incrementarse en 1 millón de casos. | AFP

En total, de acuerdo con el Boletín Estadístico de la Seguridad Social del Ministerio de Capital Humano, 4.166.883 personas cobran actualmente la Asignación Universal por Hijo (AUH), cuyo valor se actualiza por inflación. Estas dos cuestiones podrían cambiar si se aprueba el proyecto de presupuesto enviado por el Ejecutivo al Congreso: en primer lugar, porque en los anexos se prevé que los beneficiarios de la AUH sean 4.096.069, 20.814 menos que hoy. En segundo lugar, porque el artículo 73 del proyecto elimina tres artículos de la Ley 27.160 de regímenes de asignaciones familiares, entre los que se encuentra precisamente el reajuste automático del valor de estos beneficios. Si se aprueba tal cual está, el incremento en este monto –y de otros, como la asignación por matrimonio, por hijo con discapacidad o la Asignación por Embarazo (AUE)– podría determinarse de manera discrecional por el Gobierno.

Esto es importante no solamente porque la Asignación Universal por Hijo es la que presenta la mayor cantidad de beneficiarios de las ayudas familiares que paga Anses, sino también por el impacto que esto tiene sobre los índices en la evolución de la pobreza y la indigencia. “Los ingresos provenientes de las políticas de transferencias monetarias, como la AUH y la Prestación Alimentar, tienen un rol clave en la contención de la pobreza extrema. Se estima que, si no existieran estas políticas, los niveles se elevarían en 10 puntos porcentuales”, afirmó a PERFIL Sebastian Waisgraias, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de Unicef. En otras palabras, sentenció, “esto implicaría que se sumarían más de 1 millón de niñas y niños a la pobreza extrema”.

El pico de pobreza se registró en 2024, según UNICEF

El texto del presupuesto presentado para 2026 rescata los incrementos aplicados a la AUH y AUE. Desde el comienzo de la actual gestión, enfatizan, la AUH aumentó un 110,1% en términos reales respecto a diciembre de 2023.

Waisgraias explicó que el impacto de las asignaciones sobre el nivel de indigencia se debe, en gran parte, a que “en 2024 se establecieron aumentos nominales del valor de la AUH y la Prestación Alimentar, se incorporaron adolescentes de 15 a 17 años a la Prestación Alimentar y al cambio de la fórmula de movilidad de la AUH que comenzó a tener frecuencia mensual y vinculada a la inflación”.

El Observatorio de la Deuda Social de la UCA ya había registrado esta dependencia de los indicadores de pobreza e indigencia no tanto a la evolución del empleo como al de la asistencia social a través del Estado. Para los investigadores de esta institución las transferencias monetarias (AUH y Tarjeta Alimentar) fueron uno de los principales factores que explicaron la reducción interanual de la indigencia. “En 2024 se registraron aumentos extraordinarios en los montos de ambas prestaciones” y en el caso de la AUH, comenzó a regir desde abril de 2024 “una nueva fórmula de actualización indexada al IPC”. Por lo tanto, concluyeron en el último comunicado sobre la pobreza en la Argentina, la continuidad en el valor real de estas transferencias “constituye un punto clave en la protección de los hogares más vulnerables frente a la indigencia económica”. En definitiva, los investigadores y especialistas tanto de Unicef como del Observatorio de la Deuda Social de la UCA enfatizan en la necesidad de mantener estas políticas.

Indicadores de la infancia en Argentina

En el marco del Día Mundial de la Infancia, que fue el 20 de noviembre, el Indec publicó el quinto dosier estadístico sobre la situación de los menores en el país. Concluyó que, para fines de 2024, seis de cada diez hogares con niños, niñas y adolescentes (NNyA) entre sus miembros se concentraban en quintiles de bajos ingresos (el primero y el segundo más bajos).

La novena encuesta rápida de Unicef reflejó además que, si bien la cantidad de hogares con NNyA que no logra cubrir sus gastos corrientes se redujo en 2024 respecto de 2025 (del 48% al 31%) también creció el endeudamiento: llega al 45% si se cuentan los préstamos adquiridos a través de billeteras virtuales.

Las mediciones de la pobreza bajaron, pero las condiciones de vida de algunos sectores empeoraron. “El endeudamiento se ratifica como una preocupación creciente, sobre todo entre los sectores medios: cuatro de cada diez hogares tuvieron que dejar de pagar algún servicio, y un 16% presenta dificultades con el pago de las tarjetas de crédito”, explicaron. Además, en el último año, uno de cada diez hogares debió darse de baja de su prepaga o cambiar a sus hijos de escuela por razones económicas.

LT