Los precios de los alimentos aumentaron 42,2% en los comercios de cercanía del conurbano bonaerense en los primeros cuatro meses de 2023.
Durante abril, la inflación de alimentos en el conurbano mostró un ritmo acelerado, lo que contribuye a la tendencia alcista que se ha registrado en el primer cuatrimestre del año. Así lo indica el relevamiento mensual ejecutado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
El estudio realizado en 900 comercios de cercanía de 20 distritos del conurbano bonaerense reveló que el costo de la Canasta Básica de Alimentos (CAB) para una familia compuesta por dos adultos y dos hijos pequeños alcanzó los $91.347,30 en el mes de abril.
Asimismo, que los rubros que experimentaron mayores aumentos fueron los de Almacén (9,65%) y Carnes (9,41%), mientras que las Frutas y Verduras registraron un incremento del 3,39%. En comparación con el mes de marzo, los productos aumentaron un 8,13%, cuando el valor de la canasta alimentaria se situaba en $84.478,10.
Inflación acelerada: se espera que el índice de precios sea superior al de marzo
De acuerdo entonces con el informe, el primer cuatrimestre de 2023 acumula un aumento del 42,43% con las subas que dejó abril. En lo que va del año, las carnes aumentaron un 53,95%, las frutas y verduras un 44,52%, y los productos de almacén un 34,50%.
”Este incremento cuatrimestral de las Canastas Básicas es el más alto de los últimos cinco años”, sostiene el ISEPCI. Y agrega: “El aumento incesante de los precios de los productos de consumo básico, no tienen correlato en el incremento de las remuneraciones salariales, jubilaciones, asignaciones sociales, sobre todo de los/as que perciben las mínimas”.
La situación es crítica en el conurbano bonaerense
“La consecuencia directa es el sostenimiento desde años de la pobreza en niveles que rondan el 40% y la indigencia en torno al 8% del total de la población”, advierte el documento.
Hacemos estos relevamientos en barrios populares, donde habita la gente de menores recursos es la inmensa mayoría, que compra en los negocios de cercanía porque en estas zonas no hay bocas de las grandes cadenas”, señaló a PERFIL Isaac Rudnik, director del ISEPCI.
“Eso significa que para poder ir a hacer una compra en las grandes cadenas la gente debería trasladarse grandes distancias y para hacer una compra mensual o quincenal, tampoco tienen los recursos para hacerla”, explicó.
Según explico el director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, esto se debe a que la mayoría de las personas que habitan dichos barrios tienen trabajos informales y cobran por día o semanalmente.
“Eso los empuja a comprar en los negocios de cercanía que, en general no tienen precios cuidados o justos porque las cadenas mayoristas no entran en los acuerdos de precios y los valores de referencia se generan sobre la base de acuerdos con las grandes cadenas y en esos acuerdos nunca se sientan los mayoristas”, denuncio Rudnik.
Las consecuencias: cae el consumo de alimentos y se detona el bolsillo de la gente
“Entonces, un producto como el aceite que en el supermercado está dentro del acuerdo de precios se puede conseguir a $400 o $450 una botella de litro y medio. En cambio, en los negocios de cercanía ellos tienen que comprar a los mayoristas que lo venden a $900 por lo cual en el almacén de barrio la gente accede al aceite a $1.100 o $1.200”, señaló.
Asimismo, Rudnik comentó que si bien no se ha hecho un relevamiento sobre la caída del consumo en los barrios populares del conurbano, el comentario de los carniceros y almaceneros y en general de los comerciantes, es que las ventas están cayendo estrepitosamente.
LM / ED