Aunque los casos no llegaron a la producción, la detección de gripe aviar en Argentina en aves domésticas y silvestres preocupa al sector. De empeorar la situación, y teniendo en cuenta los antecedentes en otros países, podría peligrar el abastecimiento de pollos y huevos, y generar una nueva presión inflacionaria, además de comprometer las exportaciones. En algunos supermercados del país ya hay carteles que advierten sobre el faltante de huevos.
En un comunicado, la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (Capia) expresó su preocupación. “Es una muy mala noticia, por las consecuencias que puede traer aparejado en términos de mortandad de aves y bajas productivas”.
Por el momento, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) prohibió la venta de aves vivas en todo el territorio nacional y estableció medidas extraordinarias para la importación y traslado dentro del país.
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Rodolfo Acerbi, vicepresidente de la entidad, aseguró a PERFIL que en este momento trabajan en articulación con “provincias, parques nacionales, salud pública, colegios veterinarios y con las entidades que nuclean las productoras de huevo y carne”.
Sobre la posibilidad de que la situación empeore, Acerbi afirmó que “si llega a haber algún caso en aves comerciales, tanto de postura como parrilleros, el estatus sanitario se pierde y las posibilidades de seguir exportando también”, y eso sí tendría “un impacto muy importante” para el país.
Según el último informe del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Estados Unidos, Brasil, China y los países de la Unión Europea lideran el mercado mundial de carne aviar, seguidos por Rusia, México y Tailandia; entre todos representan el 94% de la producción mundial. Argentina ocupa el octavo puesto en producción, con un 2,2% del total.
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En cuanto al huevo, las exportaciones, según el balance anual del Ministerio, aumentaron un 33% en volumen y un 45% en valor respecto a 2020, y los destinos principales de las exportaciones fueron Japón, Chile, Rusia y Dinamarca.
Si la situación se extiende a la región, peligrarían también las importaciones provenientes de uno de los mayores proveedores que es Brasil, lo que podría ejercer una presión inflacionaria en Argentina.
Según Capia, de diciembre a enero la docena de huevos en granja aumentó entre un 3,48% y un 4,21%, aunque según algunas consultoras privadas incrementaron su valor un 14,8% en el último mes para el consumidor. Por otro lado, el aumento interanual equivale a un 155,5%, siendo uno de los productos que más aumentaron junto con otros como los pañales, el azúcar y el aceite.
En este contexto, y teniendo en cuenta los precedentes como el de los Estados Unidos, preocupa la posibilidad de un nuevo aumento que complique aún más la situación inflacionaria. En ese país la gripe aviar provocó primero escasez en la producción de huevos, y posteriormente un incremento en su precio, efecto que se extendió a otros países como México, ante el aumento de la demanda en las zonas fronterizas.
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Acerbi aseguró a PERFIL que desde Senasa les solicitan a los productores “que extremen las medidas de bioseguridad que ellos conocen de memoria”, para evitar que la enfermedad se extienda al sector productivo, ya que “el estatus de libre de influenza aviar se mantiene en los casos en que se registren solamente en aves silvestres o en aves de traspatio”. Por otro lado, intentó llevar tranquilidad a la población en cuanto a la transmisión: “No se transmite por huevo y por carne, así que la población puede seguir consumiendo sin inconvenientes”.
En un contexto en el que los cortes alternativos como el pollo cumplen el papel de sustituto de la carne vacuna, que ha sufrido un súbito incremento, el avance de la gripe aviar podría empeorar el panorama inflacionario.
Si la enfermedad afecta a la producción local que se destina mayoritariamente al consumo interno, complicaría además al sector que nuclea a más de cien pequeñas y medianas empresas.
Esta semana, el Gobierno anunció una inversión de mil millones para compensar a los productores ante las posibles pérdidas y para fortalecer los sistemas de control. Durante la conferencia, el ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó que el sistema está en “alerta máxima”, aunque también dijo que por ahora “no hay riesgo para la población ni para las exportaciones”.