Si bien la inflación por sí misma es un fenómeno que alarma a toda la sociedad, el mayor impacto se observa al compararla con los aumentos en los salarios. En este sentido, para poder hacer una comparación concreta hay que ubicarse en la inflación del mes de abril.
A la fecha solo hay información oficial disponible referida a salarios hasta ese momento expresa el informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA). El estudio expone que en abril del corriente año, la inflación ya acumulaba un 23,1% mientras que los salarios acumulaban un aumento del 21% en el caso de los trabajadores registrados y un 18% en el caso de los informales, habitualmente denominado trabajo en negro. “Esto quiere decir que el poder de compra de los trabajadores cayó en un 1,7%”.
A su vez explica que el problema actual es que, si tenemos en cuenta las paritarias cerradas para el año 2022, en su mayoría los acuerdos rondaban el 50% o 60% anual. Y para gran parte de los asalariados solo se han realizado incrementos hasta la fecha del 30% frente a una inflación aproximada del 45,5%.
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Salarios del sector privado
“Esto quiere decir que los trabajadores del sector privado hasta julio habrían perdido un 11% de su poder de compra situación, que por supuesto, se agrava para los no registrados. Si además comparamos las proyecciones interanuales, los precios incrementarían un 71% y los salarios un 55% y los trabajadores perderían así un 9% de su poder de compra”, asevera IDESA.
Jorge Colina, Director del Instituto para el Desarrollo Argentino, explica a PERFIL que la inflación es el principal problema que tiene que resolver el ministro de economía Sergio Massa porque es uno de los problemas que más preocupa a los argentinos.
“La inflación hace subir el dólar, la pobreza y hace que no genere crecimiento. Para combatir este fenómeno hay que atender el déficit fiscal, es decir, reducirlo”, afirma Colina.
Y agrega “al partido se juega ahí, en la reducción del déficit. Va a tratar de conseguir dólares –por Massa-, hará algunas operaciones monetarias para ver si consigue más dólares para el Banco Central, pero es el precalentamiento, el partido es disminuir el déficit fiscal”.
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Por último, el informe de IDESA asegura que esto deja ver que los principales perjudicados a causa del fuerte aumento de precios que acecha Argentina hace 20 años son los trabajadores. El problema es que los remedios que se intentan aplicar como precios máximos o controles de precios son insuficientes e ineficientes para atacar el problema.
Y el estudio finaliza bajo la conclusión “la única alternativa posible para poder controlar efectiva y finalmente el aumento de precios es un ordenamiento integral del Estado. Esto incluye ordenar el sistema previsional, simplificar impuestos, tender a la correspondencia fiscal entre la jurisdicción que ejecuta el gasto y la que recauda y eliminar superposiciones de gastos entre nación, provincias y municipios”.
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