Tras conocerse el último informe del Indec, con una inflación del 5,3% durante el mes de junio y un acumulado del 36,2% en lo que va del año, Argentina empieza a transitar la segunda mitad del 2022 con un alarmante panorama. Frente al aumento de la brecha cambiaria durante las últimas semanas, sumado a un nuevo incremento en el valor de ciertos productos e incluso la falta de listas de precios, la incertidumbre económica pone en jaque al bolsillo de los ciudadanos.
En ese sentido, diversos economistas estiman una inflación anual por arriba del 70% y algunas hasta anticipan un porcentual mayor al 80%. En tanto, otros especialistas ya evalúan un crecimiento inflacionario superior a las tres cifras con respecto a todo el año.
Ante la incógnita de una potencial inflación anual por encima del 100%, Perfil consultó a varios analistas sobre los objetivos centrales del Gobierno para desacelerar el alza de precios durante el segundo semestre, la necesidad de una mayor unidad política para alejar especulaciones económicas y el peso de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, de cara a los mercados.
La inflación no da respiro: en junio fue de 5,3% y acumula un 64% interanual
Por qué la inflación puede llegar a 3 dígitos
María Castiglioni Cotter, directora de la consultora C&T Asesores Económicos, proyecta “con facilidad” un valor cercano al 100% en caso de presentarse nuevas depreciaciones en el tipo de cambio durante los siguientes meses y manteniéndose la dinámica actual. Con un pronostico previo del 83% antes de julio, Castiglioni asegura que la inflación hoy “está más cerca del 90 por ciento”.
“Todavía es muy difícil saber cómo sigue esta película, sobre todo teniendo en cuenta que en estos últimos días el Banco Central fue perdiendo reservas. Entonces, el Banco Central debe ser consistente en ese sentido, ya que le es cada vez más difícil al Gobierno sostener esta dinámica”, agrega.
Respecto al rol del Gobierno frente a la incertidumbre actual, Castiglioni afirma que se debe mostrar “señales fuertes y medidas concretas” para alejar posibles especulaciones sobre una devaluación. También prioriza la importancia acerca de una consistencia del Banco Central frente al déficit fiscal, señalada como “la causa de todo el descontrol monetario y financiero”.
“Estamos en un momento donde las expectativas de inflación están totalmente fuera de foco por la incertidumbre. De hecho, la operatoria del Banco Central para contener el precio de los bonos implicaron otra expansión monetaria, en un contexto con un tipo de cambio oficial atrasado y una inflación por arriba de la depreciación. Por eso no puede seguir perdiendo reservas a este ritmo, no hace más que alimentar la expectativa de devaluación y de inflación”, considera.
A inicios de semana, la ministra de Economía, Silvina Batakis, anunció sus primeras medidas en vistas de contener la constante suba de precios y del dólar. Entre las más importantes, sostuvo que se mantendrán las metas acordadas con el FMI, que no habrá devaluación del dólar oficial y que se impondrá una mayor reglamentación en el control de los precios. En el transcurso de la nueva gestión de Batakis, es inevitable que las internas políticas dentro del Frente de Todos carguen como otro potencial desencadenante del riesgo de los 3 dígitos.
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Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, considera que los lineamientos propuestos por Batakis “van en la dirección correcta”. Sin embargo, también observa que las mismas requerirán de “apoyo político” de todo el Gobierno para lograr resultados.
“Hasta que no se implementen y haya resultados, los inversores van a seguir siendo muy escépticos. Entre otras cosas porque son medidas que requieren de un apoyo político de todo el oficialismo y que se sostenga en el tiempo”, remarcó.
Consultado por una potencial inflación anual por arriba de los 3 dígitos, Caprarulo calificó la probabilidad como “media” y que su ocurrencia dependerá de otro salto en el tipo de cambio oficial.
“Para que eso no suceda, el gobierno tiene que alcanzar el difícil objetivo de acumular reservas en esta segunda mitad del año y reducir la brecha cambiaria”, aseveró.
En la misma linea continúa Castiglioni sobre la necesidad de una mayor unidad de criterio en la toma de decisiones. “No creo que haya una unidad ideal, y en eso no colabora la vicepresidente”, expresó.
En cuanto al hermetismo de la inflación para los próximos meses, varios especialistas esperan un aumento que supere el 6% mensual. Así lo considera Juan Luis Bour, director y Economista Jefe de Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), que estipula una suba entre “6,5 a 7,5 en julio y más de 6% en agosto” y cuya cifra anual se acercará a los 3 dígitos.
“La inflación tenía un piso de 5% mensual desde este año y ahora subió un escalón. En corto plazo será más, dentro del proceso de ajuste de precios por distintas vías: tipo de cambio, salarios, etc. Una tasa del 6% implica anualizada una inflación de 101%, que sin embargo no se da inmediatamente. Estimamos que nos acercaremos a los 3 dígitos en el último trimestre”, explicó el economista.
Además, Bour calificó como “consistentes” los anuncios de Batakis, aunque agrega que aún no es “clara la magnitud de los ajustes que se harán”. E hizo referencia a los “desequilibrios crecientes en términos de materia fiscal y monetaria” como riesgos a evitar para un desbarrancamiento de la economía “en forma abrupta”.
“Para evitarlo, implica no solo avanzar en el control del fisco y la emisión, sino que obligaría a corregir precios relativos más aceleradamente. No está clara la magnitud de los ajustes que se harán y si solo se trata de una restricción de caja. Esto último puede dar paso a mayor discrecionalidad, dado que las declaraciones públicas no parecen indicar que se percibe la magnitud de otros desequilibrios de la economía”, señaló.
Con precios descarrilados, ahora el desafío es que la inflación no llegue a los tres dígitos
Por qué la inflación no llegará a los 3 dígitos
Así lo observa Julián Zicari, economista investigador del Conicet, que considera “difícil” que supere los 100% y proyecta una inflación anual entre el 60 y 70 por ciento. “No creo que llegue a los 3 dígitos. Los precios internacionales a causa de la guerra de Ucrania están bajando y lo mismo con el ritmo de emisión y el gasto público. Por lo que no veo nuevos elementos que puedan seguir motorizando la inflación”, desestimó.
En este punto, Zicari señala que debería suceder “una devaluación fuerte” para que llegue al 100% anual, y marca una distinción entre el dólar comercial y los paralelos.
“No va a haber una devaluación fuerte, por lo menos del dólar importante que es el comercial. En cambio, los dólares paralelos tienen poca influencia real en la economía. Pueden sobrecargar las expectativas, pero actualmente ya están muy sobrecargadas”, dijo.
También reconoce el impacto que tiene en la Argentina, pero que su efecto no iría más allá de la dinámica actual.
“Argentina siempre sobre reacciona muy fuerte a este cambio de variables. Por ejemplo, la semana pasada con los productos que directamente no se vendieron o que se recargaron por las dudas. Por eso, ese shock va a pegar algo en los precios, pero no mucho más de la dinámica que venía dándose”, expresó.
Martin Kalos, director de EPyCA consultores, coincide en que “la dinámica actual no lleva a una inflación de 3 dígitos” pero que si puede apuntar a un número mayor a 75%.
“Si no se vislumbra una política antinflacionaria consistente y significativa que se pueda implementar en lo inmediato, efectivamente mete un riesgo al alza sobre ese 75%. Hoy por hoy no vamos a una inflación de 3 dígitos, pero es un riesgo en la medida en la que el gobierno siga tomando medidas como las que está tomando estas semanas”, sostuvo.
En ese sentido, Kalos califica como “imperiosa” la existencia de una política “razonable y sostenida en el tiempo” respecto a los subsidios y las tarifas de servicios público. También hace referencia al Salario Básico Universal como una “discusión compleja en medio de la crisis como la que vive hace varios años”.
“Hoy por hoy, se ve el riesgo de que el gobierno siga tomando medidas que aceleren la inflación y entonces ese 75% se convierta rápidamente en números más altos. Entonces requiere que el gobierno siga restringiendo y tomando medidas que aceleren la inflación”, cuestionó.
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En efecto, la interna oficialista y las decisiones del Banco Central aparecen como otros factores fundamentales ante una posible disparada de precios.
Zicari no señala un “volantazo muy grande” en la política de Batakis con respecto a Guzman, sin embargo, si señala que “el cambio deseado” será lograr una mayor unidad política.
“No va a haber un cambio profundo de estrategia. En todo caso, el cambio deseado me parece que es por el lado de tener mayor unidad política. Y Batakis intenta representar eso, en la medida de que es una claudicación final del albertismo con respecto a Cristina. Pero igualmente si no hay una unificación política más fuerte, no va a haber cambio de fondo”, consideró.
El silencio de la excelentísima Cristina
Por su parte, Kalos criticó la decisión del Banco Central de restringir la capacidad de pago de importaciones y señala que esta medida tiene el riesgo de una “contracción económica de la actividad de muchas empresas y aceleración inflacionaria”. Esto, explica el economista, genera que las empresas no tengan un precio de referencia para poder importar.
“En un combo imposible de justificar: algunas empresas van a tener problemas con el sobrecosto financiero, que también les van a impedir importar”, agregó.
También indica como esto puede repercutir en la actividad productiva y el empleo, sumado a la falta de disponibilidad de precios causado por la incertidumbre en saber los costos de reposición.
“Por eso no hay disponibilidad: no porque el producto no esté disponible para venderlo, sino porque nadie sabe a qué precio necesita venderlo para no perder plata. Y cuando vuelven los precios, vuelven remarcados y ahí tenemos una aceleración inflacionaria. Entonces, la decisión del Banco Central solo se entiende por la acumulación de divisas para las reservas internacionales a muy corto plazo. Pero obviamente no es ningún tipo de solución real al problema de fondo”, sostuvo.
NM / ED