En medio de otra semana de nerviosismo por la presión alcista sobre el dólar, el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que la pobreza aumentó al 32% en el segundo semestre de 2018 (casi 14,3 millones de personas) y la indigencia se ubicó en el 6,7% (2,7 millones de personas). Al mismo tiempo, el Gobierno confirmó que seguirá por la misma senda económica porque considera que esta le ayudará a salir de la crisis actual, pese a las cifras de aumento de la pobreza: "Confirmamos el rumbo económico, lo que estamos llevando adelante y las correcciones que estamos haciendo de alguna manera nos van a permitir pasar esta crisis", indicó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.
La firme decisión de mantener el camino se adopta a pesar de que en Argentina hay casi 3 millones de nuevos pobres, con un avance de la pobreza de casi siete puntos en comparación con fines de 2017, cuando el índice se ubicó en 25,7%. La indigencia, por su parte, tuvo un incremento porcentual de casi dos puntos. En relación a la medición anterior, del primer semestre del año pasado, la pobreza avanzó 4,7 puntos desde el 27,3%. Junto a Sica estuvo la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien dijo que participaba de la conferencia porque "el Indec publicó el índice de pobreza, y hoy es un día triste; la pobreza duele y lamentablemente es alta en la Argentina".
Una familia argentina de cuatro miembros precisa 27.570 pesos por mes (614 dólares) para no caer por debajo del umbral de la pobreza. "En febrero de 2019, una familia de cuatro integrantes necesitó 27.570,43 para superar el umbral de pobreza; 4,3%más que en enero", sostuvo el INDEC. Este tipo de hogares también precisaron un promedio de 11.117 pesos (248 dólares) para no caer en la indigencia. Según el ministro Sica, el aumento de la pobreza e indigencia se debió "a la peor crisis inflacionaria del año pasado".
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Las cifras oficiales indican que más de 850.000 personas cayeron en la indigencia durante el último año, al haber aumentado en 1,9 puntos el porcentaje de la población que no tiene lo mínimo para subsistir. Estos números "claramente no alcanzan, pero tienen mi compromiso de que vamos a seguir trabajando para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de todos los argentinos", afirmó Stanley, quien reiteró que la "pobreza cero" era su prioridad de gestión. "Más allá de la campaña", dijo Stanley, ese "era un objetivo, un horizonte".
"En el gobierno pensamos que podíamos bajar más rápido la inflación. Claramente, la inflación impacta la cifra de pobreza", dijo Stanley este jueves. "Ratificamos que seguimos teniendo como prioridad reducir la pobreza. Vamos a seguir acompañando con programas alimentarios, vamos a seguir construyendo cloacas y llevando agua potable", agregó la ministra al recordar que la medición de la pobreza en Argentina se hace por nivel de ingresos.
La jornada de este jueves también sumó otra mala noticia: la actividad económica sufrió una caída del 5,7% respecto de igual mes del año pasado, una cifra que representa una suba de más de seis puntos porcentuales con relación a febrero de 2018. También se informó que en enero de este año el Producto Interno Bruto (PIB) cayó 5,7 por ciento respecto de igual mes del año anterior, y completó así nueve meses consecutivos en baja.
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Según un estudio de la Universidad Católica publicado esta misma semana, en 2018 "los más empobrecidos han sido los sectores obreros y las clases medias bajas". "Quizá muchas personas tenían problemas de carencias multidimensionales estructurales, pero ahora sumó la incapacidad monetaria en temas de consumo para cubrir la canasta básica total", refirió el informe de la universidad, cuya medición establece un nivel de pobreza del 31%.
En relación con la grave crisis económica y social que atraviesa el país, el presidente Macri pidió esta semana a los ciudadanos argentinos, también angustiados por los "tarifazos" en los servicios públicos y transporte, que "aguanten". "Nunca hay tanta oscuridad como en el segundo antes de amanecer", aseveró el mandatario desde Córdoba, en medio de la nueva crisis cambiaria. Y agregó: "la gente tiene que aguantar, tenemos que tirar juntos de este carro".
Acaso la única afirmación positiva para la Casa Rosada esta semana fue el realizado por el director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Álvaro Santos Pereira, quien dijo que los ajustes en política económica que implementa el Gobierno permitirán que el país crezca 0,7% en la próxima década. "A lo largo de los próximos 10 años, estas reformas ya implementadas pueden aumentar el crecimiento en un 0,7% anual, lo cual no es poco", sostuvo el titular de la OCDE al presentar el Segundo Estudio Económico desde Buenos Aires.
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D.S.
