“Por los valores que estamos manejando de faena y exportación, el consumo interno cayó a 42 kilos. Veníamos de 52 kilos el año pasado, debido a que durante 10 de los 12 meses no aumentaron los precios por la sequía”, añadió Schiariti en diálogo con PERFIL.
El director de Ciccra hace una distinción con respecto a otra crisis. “A pesar de que esta es la caída del consumo más grande de la historia de la carne vacuna, los argentinos seguimos consumiendo proteína animal. Por ejemplo, en la crisis de 2001, se cambió por papa y fideos y cayeron todos los consumos de carnes, entre 15% y 20%. Como se salió rápido, se volvieron a los números anteriores”.
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En esta coyuntura, los niveles de consumo de carne de pollo y cerdo, se mantienen en 48 y 23 kilos, respectivamente.
Según el director de Ciccra, se están combinando dos factores que repercuten negativamente para la cadena de la carne. El primero es la caída de la faena debido a la sequía, que generó 600 mil terneros menos, así como la mayor liquidación de vacas en la última parte del año pasado.
Según el Rosgan en base a las estadísticas de movimiento de hacienda publicadas por el SENASA, se remitieron 1.035.705 animales a plantas de faena, que representa una caída del 18,8% respecto de los 1.274.772 vacunos registrados en marzo de 2023.
El segundo factor “es la sequía de los bolsillos, que se ve reflejado en un menor consumo de carne vacuna, ubicándose por debajo del pollo”, señaló Schiariti.
Cuestión de precios
Un dato a tener en cuenta es que también cayeron 10% los precios de la hacienda en marzo medidos contra las referencias de un año atrás. Según el Índice General del Mercado Agroganadero (IGMAG) marzo cerró con un promedio general de $1.430 el kilo. “Comparado con las referencia de marzo de 2023 llevado a valores de hoy ($1.587,65), representa una caída real del 10% interanual”, indica el reporte del Rosgan.
En marzo, las exportaciones no habrían tenido el mismo comportamiento de enero y febrero. Los envíos al exterior tendrían una caída del 40% según Schiariti. Con este panorama, el 30% de la faena habría tenido destino de exportación.
