La Cámara de Industriales Molineros (CIM) rechazó la creación del Fideicomiso para sostener el precio del trigo al argumentar que las medidas intervencionistas “han dado nulos resultados” provocando “serias distorsiones” y una “sustancial merma en las intenciones de siembra”.
Molineros ratificó así su rechazo a la intervención del mercado decidida por el Ejecutivo nacional, a través de la conformación del Fondo Estabilizador del Trigo, que se nutriría de la recaudación extra que logra el Estado por el aumento de las retenciones a la harina y el aceite de soja.
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“Reiteramos que nuestro país necesita imperiosamente reglas de juego estables y políticas de estado que permitan aumentar la producción y exportación de los productos agroindustriales que el mundo demanda; favoreciendo el agregado de valor en origen que permita incrementar la utilización de mano de obra nacional y generar un mayor ingreso de divisas”, señaló la CIM en un comunicado de prensa.
La entidad propuso, en cambio, que “el camino debe ser a través un subsidio de la demanda y no mediante la creación de un fideicomiso para subsidiar la compra de trigo por parte de los molinos; ya que los supuestos beneficios se diluyen en los diferentes eslabones, dilapidando recursos que deben llegar a los sectores más vulnerables de la población”.
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“La industria molinera nucleada en esta Cámara rechaza la pretensión de que el Estado subsidie sus ventas a un precio muy por debajo de los costos de producción”, agrega el comunicado.
Fundamentó esta idea en que de esta forma “queda sujeto a la espera de una compensación durante un período incierto de tiempo, por parte de un Fideicomiso en manos del Estado, soportando el ruinoso costo financiero que ello implicaría, y a lo que habría que agregarle, además; la nueva carga administrativa que se sumará a los innumerables trámites y autorizaciones por las diferentes reparticiones del Estado que actualmente soporta”.
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La Cámara entonces reiteró que el “consumo de harina, pan, galletitas y fideos, que ronda los 90 kilogramos por habitante al año, podría ser subsidiado por el Gobierno, inyectando los fondos directamente las tarjetas alimentarias existentes para la población más vulnerable; evitando subsidiar el consumo de quienes no lo necesitan y sin intervenir los mercados, con nefastas consecuencias que ello ha tenido en el pasado”.
Trigo y subsidios
La posición de los molineros es que el camino es subsidiar la demanda y no crear un fideicomiso para subsidiar la compra de trigo por parte de los molinos, “ya que los supuestos beneficios se diluyen en los diferentes eslabones, dilapidando recursos que deben llegar a los sectores más vulnerables”.
Fuente: Noticias Argentinas