Críticas a la importación de alimentos: las PyMEs industriales advierten que están "en modo de supervivencia"

La asociación de pequeños y medianos empresarios de la industria nacional, Industriales Pymes Argentinos, presentó la tercera edición del informe mensual del Observatorio IPA, en donde advirtieron por la crisis del sector, que involucra al 98% del total de las compañías del país, tras los primeros 100 días de Javier Milei como presidente, a raíz de, entre otros aspectos, una fuerte presión tributaria, financiera, fiscal, logística y laboral.

En este sentido, Daniel Rosato, presidente de la entidad, criticó duramente la apertura de importaciones de alimentos dispuesta en las últimas semanas. "Hay cosas que no se entienden. El Gobierno Nacional dice que no hay dólares y se usan las divisas para esto. Argentina tiene que crecer a partir del trabajo y la producción, no trayendo productos importados. Si sabemos que cuando eso pasó, en otros momentos, significó desempleo y destrucción de la industria nacional, la pregunta entonces es: ¿Por qué volvemos a cometer el mismo error?", advirtió en una conferencia de prensa virtual.

En línea, remarcó que esta medida genera "una competencia desleal muy injusta" y apuntó contra el mandatario, así como contra el ministro de Economía, Luis Caputo, por la falta de diálogo con las empresas del sector. "No podemos competir por las variables económicas que nosotros no creamos. No somos formadores de precio, la inflación no es culpa nuestra. Ellos creen que permitiendo el ingreso de productos van a lograr bajar los precios, y la realidad es que tenemos los mismos números que antes de asumir este gobierno. Todo eso, a costa de recesión y quitarle el poder adquisitivo a los asalariados. Para las PyMEs es fundamental ser escuchadas y venimos pidiendo reuniones que no nos fueron concebidas", expresó.

"En enero varios empresarios industriales decían que 'veían una luz' en lo que plantaba el gobierno con respecto al esfuerzo, pero lo que pasa es que este ajuste, que iba a recaer sobre la casta y la política, está cayendo directamente sobre el sector que más empleo genera en Argentina. El Gobierno tiene que modificar estas cuestiones, a partir del diálogo con nosotros, no con las grandes empresas", disparó.

Cabe recordar que, hace unas semanas, la gestión de La Libertad Avanza determinó instrumentos y facilidades para aquellas compañías que deseen importar alimentos y productos de la canasta básica, como el acceso a divisas en términos diferenciales, la reducción en los plazos de pago, con una importante diferencia en relación a, por mencionar, los casos de insumos para la producción, así como la eliminación del cobro de percepciones de ganancias e IVA.

Todo esto, en medio de un contexto más que desafiante para la industria, caracterizado por el aumento considerable de las tarifas energéticas y la abrupta caída del consumo interno a partir de la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos, entre otros factores relevantes.

Según el informe del Observatorio IPA, "durante todo el verano, las ventas en el mercado interno evidenciaron el derrumbe del poder adquisitivo de salarios, jubilaciones y transferencias del Estado a los hogares (desde planes sociales hasta subsidios a la energía)". A su vez, aseguró que "esto no rebotará: como el propio Presidente admite con orgullo, la licuación de esos ingresos (que en buena medida son gastos para el Estado) es parte del ajuste fiscal. Incluso si desde cierto momento la licuación se terminase, eso no implica que se recupere lo ya perdido (lo ya licuado)".

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Una medida que afecta a entre el 15% y el 20% de las PyMEs del país

Para el economista, responsable del Área Macroeconómica de la Consultora Marca PyME y Director de EPICA Consultores, Martín Kalos, "esta medida del Gobierno tiene que ver con una cuestión ideológica y se suma a todas las demás desigualdades que viene sufriendo la industria, sumada a la falta de previsibilidad, porque de un día para otro tiene que competir en góndola con productos importados con mejores condiciones en sus países de origen".

"La industria argentina está en modo de supervivencia. Los sectores más orientados en el mercado externo, ya vienen creciendo pese a esta recesión, pero el mercado interno es el que, claramente, se cae. Y la pregunta que surge es cómo se va a dar la recuperación y ahí se tendrá que ver si prima la debacle por la caída del consumo producto de la caída del poder adquisitivo, y a la que ahora se le va a sumar una suba del desempleo, si es que no se toman medidas para atender esto antes", enfatizó.

En el documento, el organismo hizo énfasis en el hecho de que "Argentina es autosuficiente en alimentos" ya que "produce suficiente cantidad como para alimentar a casi nueve poblaciones argentinas enteras, lo cual deja un saldo exportable enorme". Sin embargo, durante el diálogo con los medios, Rosato reveló que hay empresas que pasaron de exportar el 80% de la producción a un 0% y tuvieron que despedir al 50% de su planta, algo que se podría repetir en muchas más, afirmó, en los próximos 90 días.

Según los datos difundidos, en Argentina, el sector alimentario cuenta con alrededor de 14.000 empresas, abarcando diversos subsectores como panaderías, carnes, pastas alimenticias y lácteos. Y éstas, a su vez, dependen de unas 60.000 compañías proveedoras de materia prima, distribuidas en sectores como ganadería, cultivos de cereales y oleaginosas, y cultivos industriales. "Este entramado productivo se extiende aún más, ya que estas empresas proveedoras también se vinculan con diversos rubros de la economía, como la industria química, transporte, almacenamiento, telecomunicaciones, maquinaria agrícola e intermediación financiera", detalló el texto.

En concordancia con estos números y la línea que conecta a industrias enteras en torno a la producción de alimentos, y según Pablo Bercovich, director de la Consultora Marca PyME y uno de los autores del documento, la medida implementada por la gestión de La Libertad Avanza tendrá un impacto significativo en el empleo de cerca de 80 mil pymes, que representan entre el 15% y el 20% del total en el país, en concreto "casi una de cada cinco empresas de toda la Argentina".

"La libre competencia no se consigue simplemente 'abriendo los mercados', sino proveyendo un marco adecuado para competir. El Gobierno Nacional diagnostica, correctamente, que los incentivos en las últimas décadas muchas veces fueron en un sentido contrario al de generar mayor competitividad de la producción nacional. Hacerse cargo de esa situación requiere pensar una estrategia de transición (rápida, con un costo fiscal cada vez menor) que permitan a las empresas nacionales competir de igual a igual con las extranjeras", concluyó el escrito.