ECONOMIA
Economa de alta inflacin y crecimiento

Venezuela y la Argentina, entre los que no aprovecharon el viento de cola como Brasil

El boom de los precios de las commodities y los resultados de las políticas de Caracas y Buenos Aires mejoraron el reparto, pero no generaron inversión para que sea sustentable.

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Los precios de las commodities que exporta América latina marcaron una década de ingresos con viento a favor que traccionaron el crecimiento, pero no en todos los casos se reflejaron en la redistribución de esa riqueza que generaron, ni en la diversificación de la matriz productiva como para garantizar el sostenimiento a largo plazo.

La Venezuela de Chávez comparte con la mayoría de los países de la región una mejora en la distribución del ingreso que no obstante estuvo basada en el reparto en lugar de asegurar un entramado productivo por fuera del sector petrolero.

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Entre 2002 y 2012 los precios internacionales de la soja aumentaron 290%; los del cobre, 324%, los del crudo, 276%; el aceite de soja pasó a costar 258% más y el mineral de hierro que exporta Brasil, por ejemplo, vio cómo subió un 870% su cotización.

Estructura. “Los altos precios de las commodities son un común denominador del crecimiento de América latina, agropecuarios, petróleo, minería. En estos últimos el impulso estuvo un poco acotado por la crisis a partir de 2007. Venezuela usó esta situación para repartir, no para construir ni generar más riqueza en términos de su economía, que es estructuralmente muy débil”, explicó el economista Jorge Todesca, titular de la consultora Finsoport.

Lejos del efecto derrame, la toma del control de la renta petrolera a través de la nacionalización del crudo en Venezuela, las retenciones en la Argentina o el control estatal del cobre en Chile –que no fue cedido a los privados ni bajo la dictadura de Augusto Pinochet–, y la combinación con planes sociales, generaron, en los primeros años, una redistribución que según muestran los datos de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal) se fue estancando en los últimos años.

A diferencia de Venezuela, Brasil “lo ha usado para distribuir creando riqueza, aunque el crecimiento de Brasil está siendo lento en los últimos años, pero tiene buenas políticas públicas y un entramado industrial que es muy complejo”, agregó el economista.
Otros países destacados por la atracción de inversiones consiguieron crecer, pero sin modificar su estructura productiva, como Chile o Perú, basados en la minería y la pesca.

Industria. “En la Argentina hubo un primer período, hasta 2007, que llevó la economía a un crecimiento fuerte, y desde adelante el Gobierno busca sostenerse a través del gasto público y ha habido poca transformación de la economía”, agregó el titular de Finsoport, para quien Venezuela no aprovechó para diversificar el aparato productivo, lo que fue la mayor pérdida de oportunidades, y en la Argentina también se dio esa pérdida. “El Gobierno se ha peleado con el campo, que aporta el 70% de las divisas, y no hubo políticas industriales” fuera de la devaluación. “En 2010 el programa insignia del Gobierno era ‘plasma para todos’ y un año y medio después estaban poniendo restricciones a las importaciones. La política actual del uno a uno es rústica y de poco alcance”, ponderó.

Pobreza.
Sobre la base de redistribución de los ingresos de petróleo, que se utilizaron para comprar –como en las negociaciones con la Argentina– alimentos, la pobreza pasó en Venezuela del 48,6% en 2002 al 27,8% en 2010, pero en 2011 esa baja se revirtió al 29,5%, según Cepal, mientras que la indigencia tuvo un recorrido similar: del 22,2% de 2002 se redujo al 10,7% en 2010, para volver al 11,7%. Y la explicación, que comparte con la Argentina, fue la inflación, que llegó hasta el 28% según estimaciones del Fondo Monetario Internacional.

A nivel local, la inflación del Indec, que cierra en un dígito, deja datos de pobreza e indigencia –medidos sobre la canasta alimentaria oficial– muy por debajo de las mejoras del resto de la región: Cepal toma los datos oficiales –mientras que las consultoras privadas estiman una inflación de al menos 25%–, y así la pobreza pasa del 35% en 2004 al 5,7% en 2011, mientras que el resto de la región muestra valores más similares a los venezolanos. Brasil pasó del 37% en 2001 al 20,9% en 2011, Chile, del 20% en 2000 al 11%, y Perú, del 54% al 27% en el mismo período.

Dentro de la región, hay más similitudes entre Argentina y Venezuela: “Atraso cambiario vía inflación, tasa de interés real negativa, controles cambiarios y brecha, también hay diferencias significativas que hacen a la propia estructura de cada economía y a las políticas adoptadas”, sostiene el economista Miguel Bein en un análisis de la devaluación venezolana del 46% nominal luego de un 2012 donde la empresa petrolera estatal –Pdvsa- extrajo la mitad del petróleo que había proyectado.

De la misma forma que la Argentina, la demanda de dólares en el mercado informal venezolano, donde el dólar marginal subió a 21,96 con una brecha ubicada en 248%. En la Argentina, desde las restricciones al ahorro en dólares, el blue llegó este verano llegó a su máxima brecha.