La pandemia parece, como se ve, extenderse durante casi todo 2021 y a los espectáculos en espacios cerrados le demorará recuperar el aforo completo. Incluso el aumento, meseta o bajas de casos de coronavirus es una cuestión pendular que lleva a los sucede desde hace unas tres semanas, la suspensión de todo actividad en teatros. El Teatro Colón, obviamente, no escapa a esta cuestión. Al menos hasta que a Horario Rodríguez Larreta se le ocurra –por caso– apelar a la Corte Suprema para declarar al primer coliseo porteño un espacio”covid-free” y declamar ahora sí el interés de la gestión porteña por la actividad cultural. Sobre todo teniendo en cuenta, los onerosos beneficios que resultan de la programación del Teatro Colón.
Como sea, este 2021 pandémico, ese teatro lanzó un campaña para alentar las donaciones de argentinos y de otras latitudes para “ser protagonista del futuro del Teatro Colón”. Este tipo de iniciativas existen en espacios de similar envergadura en todo el mundo, que se diferencian de las llamadas mecenazgo. Pero en 2020, cuando el coronavirus cantó “vine para quedarme” y obligó a cancelar la programación de todo ese año, la dirección del teatro propuso –a modo de sugerencia– que aquellos que hubieran comprado entradas o hayan renovado abono de temporada, no pidieran su devolución. Y hubo una respuesta que superó las expectativas. Del total de entradas y abonos vendidos, hubo un 11 por ciento que cedió al Colón lo pagado. Así, a través de esta respuesta de unas 1740 personas, recaudó 31.641.517 pesos.
Insolvencia con mucho olor a duda
Mujer de empresario argentino de alto perfil, que viaja a Miami como lo hiciera a su mansión de Punta del Este, se declaró insolvente en un juicio que se prolongó por casi seis años y que finalmente perdió. A su vez, habiendo conseguido y acordado un plan de pagos para los casi 10 millones de pesos que reguló el juez, ella –profesional y empresaria también– incumplió el pago de la primer cuota. ¡No a lugar!
Dos personajes argentinos “reversionados” por una misma cabeza
En Navarro, la alianza Juntos por el Cambio y Unión Cívica Radical se mostraron juntos en la inauguración de la escultura de Arturo Frondizi. Emplazada en la entrada del Parque Industrial de esa ciudad, ese ‘Frondizi’ lleva la firma del escultorAlejandro Marmo. A su vez, En el Club Villa Mitre (Capital), autoridades del club y Gisela Marziotta (diputada del Frente de Todos) descubrieron “Diego Iluminado”, otra escultura con el sello de Marmo.
El heredero del reino de Napoleón en el homenaje, en París
Sobrio y discreto el aniversario por los 200 años de la muerte de Napoleón a cargo de Emmanuel Macron y algunos funcionarios, en la tumba del prócer galo, en Les Invalides. Y allí estuvo Jean-Christophe Napoleon Bonaparte con su mujer Olympia von Arco-Zinneberg. Y él mismo explicó su “linaje” en 2019 a la revista Paris Match: “Soy descendiente de Jérôme Bonaparte, rey de Westfalia y hermano menor de Napoleón I. Napoleón I y Napoleón III (hijo de Luis, rey de Holanda) son mis tíos tatarabuelo. Cuando desaparecieron sus legítimos descendientes, mi rama se convirtió en la rama dinástica, y mi bisabuelo fue nombrado jefe de la casa imperial de Francia, con el título de príncipe Napoleón, heredero de los dos emperadores.”
Así como de este lado del océano Atlántico hay un grupúsculo que sueña –o delira–con dar cargo monárquico a una de las hijas de Máxima en Argentina, en Francia –al menos un país con prosapia e historia de reyes y decapitados– a Jean-Christophe Napoleon Bonaparte hay quienes lo impulsan a reclamar el trono perdido. Esto, en caso que en este loco, loco mundo, Francia habilite algún tipo de espacio hasta decorativo a la monarquía. Al respecto, Jean-Christophe, economista egresado de Harvard, contestó a Paris Match: “No quiero pretender tener más derechos o privilegios que nadie: soy como todos los demás. Por otro lado, lo veo (el hecho de ser príncipe) como un derecho y un deber. Pero es difícil determinar cuál puede ser el lugar de un príncipe en la sociedad francesa actual.”
En el norte impulsan, y en el sur se descolocan
La liberalización temporaria de patentes, el aumento del impuesto a los ricos, la aplicación de leyes que penalicen a quienes fuguen ganancias a paraísos fiscales, declarar que la supremacía blanca –interna– es hoy el peor enemigo terrorista en el país, y el pedido de 70 legisladores norteamericanos de que no se cobren las deudas como las de FMI mientras se prolongue la pandemia, ubican la mira –aún más– en Estados Unidos. A doce mil kilómetros, a libertarios de cotillón y de pase libre en algunos medios los descoloca y se les electrizan aún más los pelos porque su adorado “faro de la libertad” emite haces de luz desconocidas. Mientras tanto, en ese país, un Trump con bloqueo extendido en redes, reaparece para insistir en que su derrota fue por un fraude electoral horadando la legitimidad de Biden.
La virtualidad con 10.000 invitados
La virtualidad no le jugó en contra a la Embajada Británica en Argentina y logró que 10 mil personas visitaran la primera expo virtual dedicada a acercar los productos y servicios de ese país al público local. También hubo un espacio lúdico para trivias, escuchar a David Lebón contar cómo lo influyeron los Beatles o a Osvaldo Ardiles sobre cómo fue triunfar en las canchas inglesas.