Cómo cuidar la salud de los consumidores mediante certificaciones de inocuidad alimentaria
Las organizaciones del rubro alimenticio pueden valerse de herramientas estratégicas como el esquema FSSC 2200 o IRAM-NM-ISO 22000. Qué otros programas de certificación existen.
Esquemas de inocuidad alimentaria sobre los que una organización puede ir avanzando. |
IRAM
Consumir alimentos libres de cualquier tipo de contaminación constituye una preocupación para todas las partes involucradas ¿Cuáles son las certificaciones que observan la seguridad alimentariay qué beneficios concretos aportan a empresarios y consumidores?
En primer lugar, para que los comestibles y bebidas no ocasionen un daño a la salud, es preciso asegurar la inocuidad en todas las etapas del proceso que llevan adelante las empresas mediante las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). La certificación de tal proceso, que comprende desde el origen de la materia prima hasta el almacenamiento y expedición del producto terminado, es el primer paso que puede dar una organización en materia de inocuidad alimentaria para dar garantía de ello.
Para seguir avanzando en este camino fundamental de brindar confianza y cuidar la salud de sus consumidores, las empresas pueden certificar otros esquemas como HACCP (análisis de peligros y puntos críticos de control), FSSC Global Markets y las normas de gestión de inocuidad: IRAM-NM-ISO 22000 o FSSC 22000; este último esquema es reconocido por Global Food Safety Iniciative (GSFI).
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Así, por una parte, la implementación de estos sistemas de gestión aporta una serie de ventajas esenciales hacia el interior de la organización:
►Facilitando el acceso a nuevos mercados
►Mejorando el posicionamiento de la empresa dentro del mercado de alimentos mitigando riesgos que podrían ocurrir en una contaminación
►Aumentando la eficiencia de la producción
►Disminuyendo reclamos y devoluciones
►Permitiendo mejorar el control y la gestión organizacional logrando una ventaja competitiva a la hora de transformarse en proveedores de grandes empresas del rubro.
En tanto, para el consumidor, posiblemente el mayor beneficiado, esto se traduce en la tranquilidad de consumir alimentos que cumplen con criterios de inocuidad alimentaria y, por lo tanto, no presentan peligros para su salud.
Las empresas que decidan certificar estos programas mediante organismos independientes como IRAM, podrán demostrar, de esta manera, su compromiso con una correcta gestión de la inocuidad, controlando los procesos, gestionando proveedores, brindando respuesta a compradores y garantía a los consumidores.
