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eduardo feinmann

Interna feroz con final abierto

El periodista fue suspendido hace 83 días, lo reemplazó Julia Mengolini y nunca más retornó a C5N. El apoyo del Negro Oro en Radio 10 y una vuelta al cable que no fue.

Ayer y hoy. Eduardo Feinmann fue una de las figuras de La 10 y C5N cuando eran propiedad de Daniel Hadad. Con Cristóbal López, Julia Mengolini lo reemplazó.
| Cedoc Perfil
Es muy difícil que vuelva a C5N”. El lunes 10, Eduardo Feinmann le reconocía a un allegado que su regreso a C5N, tras 83 días de ausencia, era casi una utopía. El periodista ya sabía que al día siguiente se reuniría con Francisco “Paco” Mármol, director de Contenidos y Programación del Grupo Indalo, para definir su futuro dentro de la empresa.
Según supo PERFIL, en dicha reunión le habrían ofrecido a Feinmann un programa semanal los días martes a las 23, una propuesta que habría aceptado, y hasta se habría acordado el cachet. Se habría hablado incluso del diseño de la nueva escenografía. Pero  el jueves 12, casi en un movimiento estratégico propio de Game Of Thrones, Feinmann disparó desde el Grupo Clarín (diario Muy) contra su reemplazante en el ciclo El diario, Julia Mengolini, acusando que a la periodista “la banca el Gobierno”. A las cuatro de la tarde del mismo día, Mármol arremetió en Twitter: “Hay declaraciones que lo único que me provocan es ja ja ja ja ja ja y más ja ja”.   
Eduardo Feinmann suma 16 años de antigüedad en ese grupo de medios, sumados los que acumula de la época gerenciada por Daniel Hadad, y la del actual propietario, Cristóbal López; y por más que no esté al frente de ningún programa de C5N, y de que pasó de ser conductor de la segunda mañana de La 10 a columnista de actualidad de Oscar González Oro, continúa cobrando el mismo sueldo. “Se queda porque el Negro lo pidió y lo banca. Le dimos la posibilidad de cambiar. Si no, tampoco estaría al aire de la radio”, reconocen desde el directorio de La 10. El periodista le factura a Indalo Media aunque en lo cotidiano, que suele valer para lo legal, trabaja bajo relación de dependencia.   
La guerra entre Feinmann y el Grupo Indalo comenzó en octubre del año pasado. Leonardo Greco lo reemplazó durante sus vacaciones y el “estilo descontracturado, más ameno, lo opuesto al perfil de Feinmann” del ex Mundo Disney –así lo calificaron dentro de Indalo– gustó al directorio, que además vio que el rating que midió fue más alto que el de Feinmann, quien venía en caída. Al final de 2014, le comunicaron a Feinmann que volvería a ser columnista de Greco, de 9 a 13, a partir de 2015, algo que sucedió y que no se modificó ni con la llegada de Oscar González Oro al lugar de Greco. Primero, Feinmann perdió micrófono, y luego en mayo se quedó sin cámara. ¿Por qué? Mármol decidió suspenderlo porque se peleó al aire de Radio 10 con Greco y Beto Casella, interna que continuó con chicanas desde C5N, y, para poner paños fríos el director de Programación decidió de separarlo y Feinmann enfureció. Pero el verdadero motivo de la suspensión era otro: los directivos se cansaron de que el periodista hiciera público –también– reclamos y quejas en vivo durante las emisiones de los programas. Hoy, tras leer sus polémicas declaraciones, el Indalo debe decidir qué hacer con su empleado. El juego está abierto, y puede pasar absolutamente cualquier cosa.