ESPECTACULOS
EMMY 2021

La gran noche de Netflix y Amazon

Por primera vez en su historia, gracias a The Crown, el gigante del streaming tiene chances de llevarse el galardón a mejor drama. La compañía de la manzana apuesta todo a Ted Lasso, la serie sensación que puede ganar.

20210919_ted_lasso_gzaamazonhbonetflixdisney_g
Triada. “Ted Lasso” es la gran favorita de la noche. “The Crown” y “The Mandalorian”, dos formas distintas del formato, son las más nominadas de la velada. | GZA. AMAZON/HBO/NETFLIX/DISNEY

Los Emmy vuelven. La edición 73 de los famosos premios para las series será transmitido por TBT desde las 21 horas. Este año sale Jimmy Kimmel, a la hora de conducir, y entra Cedric The Entertainer. Un intento de mostrar un cambio de rostro, frente a las acusaciones que han golpeado, y duro, a los miembros de los diferentes premios en la Estados Unidos #SoGuilty. Pero los problemas de los Emmy son otros. Y tienen que ver principalmente con algo que de modo pomposo puede definirse como “populismo”, pero que simplemente tiene que ver con no aceptar la reconfiguración de categorías que han vetustas a la hora del nuevo y enorme panorama de la TV y sus series. 

Por el lado de los números Netflix y su bastión en esta edición es el show real: The Crown, que tiene 24 nominaciones (de las 120 totales que tiene el gigante del streaming). Y aunque la segunda cadena a la hora de las nominaciones es HBO, que posee la mayor cantidad de nominaciones de la noche (con 130 nominaciones), todos miran Apple TV +, que posee al show con 20 nominaciones: la comedia futbolera Ted Lasso, que tiene muchas chances de ser la protagonista de la noche. ¿Qué dicen estos dos shows, Ted Lasso y The Crown, de los problemas de los Emmy? Bueno, poco y nada: ambos son programas indiscutibles en sus aspiraciones a la hora del género. La tensión aparece entonces en otros programas que evidencian cierta fosilización: no es tanto la ausencia de tal o cual show, si no simplemente la forma en que algunos de los elegidos detonan el sistema. Un ejemplo es el caso de The Mandalorian, que es el caballo galáctico de batalla de Disney +: la serie ambientada en el universo de Star Wars que tiene tanta nominaciones como el show de la realeza inglesa, 24. The Mandalorian está nominada como Mejor Drama. No es tanto sostener que The Mandalorian no puede competir con The Crown, pero suena difícil que el show de androides y criaturas verdes gane. Y la gente lo sabe. Los Emmy como todos los premios de hoy están desesperados: tienen una baja importante del rating. Ergo, una baja importante de la publicidad durante el show. Así, por ejemplo, un show como The Boys, una sátira con tonos de comedia y ritmos de show de acción, una de las joyas de la corona de Amazon, esta nominada como drama. Otro objeto que los Emmy no saben donde poner, que le pesa demasiado o que se licua entre los dedos. Suena a pequeños ejemplos, pero, por ejemplo, ¿por qué los Emmy no juegan a premiar series extranjeras (sobran series celebradas mundialmente como Lupin o La casa de papel? Otro ejemplo es el maltrato a una categoría como documental, un género que cada vez produce más seguidores en todo el planeta y podría ser una categoría crucial. Incluso la categoría de Miniserie contamina: ¿habrá una mejor forma de juzgar lo mejor que produce la TV, sin tanta cápsula pero con reales chances para shows que la gente adora ver? Esa es la gran pregunta de cara al 2022. 

Sorpresas. Los Emmy son, antes que nada, la puesta en circulación del producto cultural más celebrado por determinada franja (aquellos que quizás no saben quién es  Charlie D’Amelio, por ejemplo). En ese sentido, aquello que queda afuera, a veces dice más que lo que queda dentro. Pocos medios como la TV han demostrado en los últimos meses, de encierro, todo lo que representan y al mismo tiempo todo lo que necesitan cambiar. Y esto último no solo hablando de diversidad, el comodín de aquellos que nunca le pidieron muchos a sus ficciones hasta que los miraron con una lupa. Por ejemplo, entre los grandes ausentes esta la producción de Steve McQueen, Small Axe, celebrada pero no nominada. ¿Por qué no estaría una producción considerada basicamente un hito? ¿Por qué entraría Wandavision, la serie “adulta” de Disney + que representó el regreso de Marvel al consumo popular? La diferencia, parece, está en su público. En como la serie de Disney era trending topic y la otra no. Y aquí no hay tanto un planteo enojado, no. Si no la puesta en escena de aquello que, sin sorpresa, buscan los premios. La pregunta no es tanto cuestionar la elección: es entender porque los Emmy no pueden representar el gran panorama del universo de la series y tan solo dejan en evidencia su añeja forma de encasillar. Podría ser el evento más envidiado, premiar la calidad y la popularidad, lograr un equilibrio, darle la espalda a los modos ñoños con los que el Oscar, correcto o incorrecto, OhTanBlanco y OhTanAburridos, son una estatua, una fiesta a la que nadie quiere ir del todo pero que todos vemos. Los Emmy podrían ser la sorpresa de la cultura popular, pero terminan siendo desde su sillón una visión miope de un fenómeno gigante, inabarcable (pero no por eso imposible de destilar y capturar). Estos Emmy dejan  en evidencia que los premios no han logrado sacudirse las pollilas que van juntando las alfombras rojas. Es hora de un nuevo tipo de ceremonia, así como hoy estamos, queramos o no, frente a un nuevo Hollywood, el Hollywood contenido. No se trata tanto de pelear por el título que amamos, si no de poder jugar un segundo a que todo entra.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite