Por amor a Sabina

Hay pocos artistas extranjeros con una relación tan cercana con el público argentino como la que tiene Joaquín Sabina. Un musical con los grandes éxitos del músico nacido en Jaén parece ser una buena idea, al menos desde el punto de vista de la taquilla. Esta semana debutó en el teatro Liceo Más de 100 mentiras, una creación del español David Serrano que funcionó muy bien en su país y llega a Buenos Aires con elenco local encabezado por Luz Cipriota, Christian Giménez, Diego Hodara, Sebastián Holz y Carlos Silveyra. La obra tiene una trama policial y unas cuantas canciones de Sabina: Pastillas para no soñar, Yo quiero ser una chica Almodóvar, ¿Quién me ha robado el mes de abril?, Y nos dieron las diez, Contigo y 19 días y 500 noches, entre otras. “Es un thriller muy atrapante –dice Luz Cipriota–. Uno de los protagonistas sale de la cárcel después de varios años y se cuenta su historia previa. Yo soy Magdalena, la hermana de un delincuente que murió, y quiero vengar esa muerte a cualquier precio. Pero la historia no es sólo drama, también tiene humor.”
“Es una obra que tiene peso propio –suma Sebastián Holz–. Por lo general, cuando se trata de un homenaje a algún artista, el musical funciona como excusa para que aparezcan las canciones y nada más. Pero éste no es el caso: acá hay una obra que funciona muy bien, argumentalmente hablando, al margen de las canciones. Los protagonistas son un grupo de amigos amantes de los excesos, y la historia tiene, como dijo Luz, humor y también tensión, momentos emotivos.” “A mí me exigió prepararme en el canto, que es algo que no había desarrollado en mi carrera –agrega la actriz–. Estoy poniendo atención en eso, aunque en la obra lo que más hago es actuar. Me gusta mucho el musical, a nivel producción y despliegue, en Argentina no estamos al nivel de lo que se produce en los Estados Unidos, que tiene una gran tradición en el rubro y mucha plata para producir. Pero somos capaces de hacer algo que esté a la altura de las circunstancias con un 10% de los recursos que usan ellos. No tendremos pantallas de led ni un vestuario con telas traídas de la India, pero a nivel artístico estamos muy bien.” “La cuna del musical está en Estados Unidos –opina Holz, actor con experiencia en espectáculos como Drácula, Zorba, el griego y Los miserables, y cantante oficial de la Fundación Piazzolla–, pero cada vez exportamos más artistas. Eso pasa porque resolvemos con lo que hay, porque estamos acostumbrados a apelar a la creatividad para reemplazar la falta de recursos.”
El elenco argentino de Más de 100 mentiras ensayó dos meses antes del estreno. Cipriota considera que “es poco tiempo, aunque en este caso alcanzó porque el director ya viene con el bagaje de lo que hizo en Madrid y tiene superclaro lo que quiere”. “Tener el apoyo del propio Sabina, que nos acompañó en la presentación del espectáculo, es un aval muy importante y habla de que es un musical de calidad. Si no, él no se hubiera comprometido. Sabina nos decía que si en Madrid funcionó, acá debería explotar –cuenta ella–. Más allá de esto, podés disfrutar la obra por la historia, porque hay músicos en vivo y versiones muy particulares de los temas de Joaquín”.