El esplendor sabe dónde darse cita y elige lugares exquisitos para celebrar la vida. El vier-nes 30 de enero, Susana Giménez festejó su cumpleaños en “Casa Casuarina”, la mansión ubicada sobre la calle Ocean Drive, en Miami, la misma que Gianni Versace rescató de la ruina en 1992, y restauró imprimiéndole su propio sello convirtiéndola en la segunda propiedad más fotografiada de los Estados Unidos, después de la Casa Blanca.
Diseñada en 1930, por el arquitecto y filántropo Alden Freeman, la construcción fue un homenaje al Alcázar de Colón, edificado en Santo Domingo, en 1510, por Diego, el hijo del mismísimo Cristóbal Colón. Versace la compró por 2,5 millones de dólares y la restauró por 34 millones, añadiéndole toques rococó y neoclásico a la estructura barroca, para convertirla en su hogar en Miami, hasta el día de su trágica muerte. El piso está cubierto con mosaicos italianos y decorada con ornamentos de oro puro, azulejos, pinturas, estatuas, columnas, vitreaux, jarrones del 1600 (originales traídos desde Italia) y figuras propias de la mitología griega y romana que se destacan en los amplios ambientes. Su glamorosa piscina, por ejemplo, ha sido usada, entre otros, por Madonna y sir Elton John.
En este marco majestuoso, la máxima diva de la Argentina celebró su nuevo aniversario de nacimiento, acompañada por su amado Jorge Rama, Gustavo Yankelevich (el productor general de su ciclo televisivo) y su pareja, Rossella della Giovampaola, y Néstor Moyano (su productor ejecutivo), en un festejo muy íntimo y especial. “Esta fecha me sirve para tomar conciencia de que la vida me ha dado tanto que no tengo derecho a pedir más nada. En vez de pedir tres deseos, sólo agradezco”, confesó radiante Susana, luego de degustar junto a sus invitados un exquisito menú compuesto por salmón con espinacas, acompañado por un Roberto Mondavi, vino californiano de culto (cuesta 400 dólares la botella), sugerido especialmente por el maître de la mansión.