El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, admitió este miércoles 3 de marzo que "estamos haciendo nuestra tarea de forma correcta", aún cuando el país de América del Sur registró el 2 de marzo 1.641 fallecimientos, catalogándose como el día más mortífero desde que comenzó la pandemia.
Desde la puerta del Palacio de la Alvorada, Bolsonaro pidió encarecidamente a la población "no entrar en pánico con el récord de muertos por la pandemia". Asimismo, rechazó la posibilidad de restablecer las cuarentenas en Brasil.
Indicó que dicho sistema de cierre provocaría aun más muertos "por hambre y depresión". Acto seguido, sostuvo que el Gobierno está haciendo lo correcto en la vacunación contra la Covid-19.
Brasil colapsado: faltan camas de terapia intensiva para enfermos de COVID-19
"Han creado el pánico, el problema está ahí delante de nosotros. No se puede vivir con pánico, de nuevo la política de quedarse en casa es morir de hambre y depresión", afirmó el presidente en declaraciones a las que pudo acceder Télam.
Esbozó también que prepara una cadena nacional para hablar sobre la situación de la vacunación en el país y las medidas de contención y restricción de gobernadores e intendentes, sobre las cuales se mostró claramente en desacuerdo.
Producto de las constantes malas noticias que emiten los medios, admitió haber decidido dejar de comprar diarios y revistas: "Cancelé todas las suscripciones. Para los medios, el virus soy yo".
Jair Bolsonaro, más preocupado por las armas que por las vacunas
Según la Universidad Johns Hopkins, Brasil registra 10.646.000 contagios y 257.361 muertes. Al menos diez capitales se encuentran en situación crítica por falta de camas, con 90% de ocupación de las de terapia intensiva para pacientes de Covid-19.
Brasil ya aplicó 7,2 millones de vacunas desde el 17 de enero y sólo fueron autorizadas en emergencia la china CoronaVac y la anglo-sueca AstraZeneca.
JFG