En medio de una fuerte crisis política y económica, el Parlamento de Sri Lanka eligió este miércoles al ex primer ministro Ranil Wickremesinghe como presidente del país tras la huida del depuesto mandatario Gotabaya Rajapaksa, quien se vio obligado a renunciar en el marco de una serie de intensas manifestaciones.
Wickremesinghe, quien ha sido cinco veces primer ministro esrilanqués, obtuvo 134 apoyos de los 225 parlamentarios. El candidato Dullas Alahapperuma, apoyado por el líder opositor Sajith Premadasa, se hizo por su parte con 82 votos mientras que el tercer candidato, Anura Kumara Dissanayake, de la coalición izquierdista NPP, tan solo obtuvo tres.
“Nuestro país está en una crisis económica y tenemos que introducir un nuevo programa. Se lo pido especialmente a Dullas y Anura Dissanayake”, señaló en su discurso el flamante presidente. En ese sentido, pidió el trabajo en conjunto de todos los partidos para dejar atrás la crisis en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sri Lanka, en llamas: tomaron la casa presidencial y se bañaron en la pileta
El nuevo primer mandatario, de 73 años, ocupará el puesto de presidente hasta el fin de mandato de Rajapaksa, es decir, hasta noviembre de 2024. Wickremesinghe juró como presidente interino tras ser elegido por el propio Rajapaksa. Esto no calmó a los manifestantes, ya que consideran al ex primer ministro como un aliado del jefe de Estado saliente.
Rajapaksa debió dejar su puesto luego de meses de protestas por el incremento de los precios, la falta de alimentos, medicamentos y combustible, que ha llevado a la isla asiática a su peor crisis económica desde que declaró su independencia de Reino Unido en 1948. Las imágenes más impactantes de la revolución popular fue la toma de la residencia presidencial, donde los manifestantes terminaron bañándose en la piscina del inmueble.
A comienzos de mayo, Gotaba se vio forzado a pedirle a su hermano Mahinda que dejara el cargo de primer ministro en un intento por concluir las protestas, lo que finalmente no ocurrió.
Negociación con el FMI y crisis histórica
El principal reto de Wickremesinghe es intentar sacar adelante un país en bancarrota que negocia un plan de rescate con el FMI y cuyos 22 millones de habitantes enfrentan graves carencias de alimentos, combustibles y medicamentos.
Todos los partidos políticos apoyan las negociaciones en curso con el organismo financiero para el paquete de rescate. El país dejó de pagar su deuda externa de 51.000 millones de dólares a mediados de abril. El ente dirigido por Kristalina Georgieva dijo que esperaba que la crisis se resolviera rápidamente para poder reanudar las conversaciones, interrumpidas por los acontecimientos.
La crisis se desencadenó por la pandemia de Covid-19, que influyó negativamente hasta el punto de devastar el sector turístico, importante generador de divisas, pero se vio agravada por otras decisiones políticas. En tanto, desde finales de 2021 el país es no puede financiar sus importaciones más esenciales.
Fp/fl
