Ricardo López Murphy participó de una conferencia de prensa online organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación que organiza el Grupo Perfil y la Universidad del Salvador (USAL), donde se refirió a la salida del ex ministro de economía Martin Guzmán. “Se le fueron las cosas de las manos. A mediados de junio tuvo un desbarajuste y se escapó, es vivo Guzmán. Vio la oportunidad, cuando Cristina habló y mencionó a Melconian presionó send en Twitter y mandó el misil”, sostuvo.
Tras ser consultado sobre la situación económica del país, analizó los posibles escenarios y comparó a la Argentina con Sri Lanka. “Hay que prestar mucha atención a Sri Lanka, yo creo que ahí tenemos frente a nosotros un escenario anticipatorio. Sri Lanka tiene unas fuerzas armadas como tenía Argentina antes de Malvinas y aún en esas condiciones tomaron el palacio presidencial”, manifestó López Murphy en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Usted cree que el Banco Central se va a quedar sin reservas?
—El Banco Central ya está prácticamente sin reservas. Está en una situación muy crítica y esto podría dar lugar a una política monetaria muy prudente, una política fiscal aún más prudente y, posiblemente a un tipo de cambio más alto. Es muy difícil defender las reservas al tipo de cambio oficial con una brecha tan enorme como la que tenemos. Además, todas las reservas están prestadas y el Gobierno usa como caja la plata que no es de ellos. En estas circunstancias, con riesgos tan grandes, es inevitable que tengamos una gran devaluación.
—¿Qué opina sobre las declaraciones que hizo Silvina Batakis el día lunes?
—Durante el discurso de Batakis, por primera vez, asumieron que hay problemas. A veces usó eufemismos, pero yo sé leer los discursos. Es la primera vez que reconocen que hay problemas graves. Tanto que ha dicho que va a gastar lo que le ingrese, el resto todavía no se dio cuenta de lo que significa. A partir de ese discurso hay dos hipótesis: o Batakis miente o se viene un ajuste de los mil demonios. Yo creo que nos vamos a un ajuste importante, porque hay un exceso de gastos sobre los ingresos.
—¿Por qué piensa que fue la salida de Martin Guzmán?
—Guzmán se fue porque se le fueron las cosas de las manos. A mediados de junio tuvo un desbarajuste y se escapó porque es vivo. Vio la oportunidad, cuando Cristina habló y mencionó a Melconian, puso send en twitter y mandó el misil. Lo que hizo es de una gran irresponsabilidad, pero Guzmán es un personaje complejo, aguantó lo indecible y luego tomó venganza, como dicen los italianos “la venganza es un plato que se sirve frío”.
—¿Estamos frente al riesgo de una hiperinflación?
—La hiperinflación estalla cuando el tipo de cambio pierde todo control en la situación actual ese riesgo ha aumentado mucho. No digo que esto vaya a ocurrir por la mora que hay en los pagos del Estado. Se puede corregir el tipo de cambio, las tarifas públicas, sin llegar a hacer la corrección que hizo Duhalde en 2002 que fue brutal, salvaje y criminal, porque Duhalde le pegó una rebanada del 75% al gasto, hizo un macroajuste. Siempre hay escalas intermedias que se pueden practicar preventivamente. Pero si la corrida empieza esa es otra historia. Hay que prestar mucha atención a Sri Lanka, yo creo que ahí tenemos frente a nosotros un escenario anticipatorio.
—¿Usted dice que Argentina puede convertirse en Sri Lanka?
—No. Lo que estoy diciendo es que ese episodio es de un país que entró en cesación de pago, se quedó sin reservas, se produjo una crisis política, una invasión al Palacio Presidencial y la huida desesperante de los gobernantes. Sri Lanka tiene unas Fuerzas Armadas como tenía Argentina antes de Malvinas, y aun en esas condiciones, ocurrió lo que ocurrió. Hoy en Sri Lanka hay un gobierno de unidad nacional, pero eso no quiere decir que puedan gobernar, porque esas situaciones cuando se van de control son muy complejas.
—Un sector del kirchnerismo cree que es factible el Salario Básico Universal. ¿Usted qué piensa?
—Creo que hay mucha gente muy delirante en este Gobierno. Es un problema que supera el tratamiento económico, social, ideológico. Los economistas usamos narrativas de la historia, en países como el nuestro, pero eso sirve para gente racional, cuando hay gente delirante hay que usar otro método.
—¿Cómo cree que van a reaccionar Cristina, Máximo y La Cámpora, tomando en cuenta que presionaron a Guzmán por el presupuesto y Batakis planteó prácticamente lo mismo?
—Cristina dice le gustaría poder emitir dólares, pero ese es un argumento sin racionalidad. Ni Martín Guzmán, ni Silvina Batakis coinciden conmigo porque tenemos visiones del mundo totalmente distintas y valores diferentes. Pero ninguno de los dos ignora la aritmética. No hay plata para lo que Cristina, Máximo y la Cámpora quieren.
—¿Qué opina sobre el decrédito que tiene la dirigencia argentina?
—No me extraña que haya una defraudación, un sentido de desprecio. Hay un rechazo no sólo a los políticos, sino a las instituciones, al funcionamiento. Yo creo que el método para salir es perfeccionar la política. Yo no me siento miembro de ese liderazgo, pero ahora me escuchan los economistas, y la gente del gobierno. No digo que me hagan caso, pero toman muy en serio mi opinión.
—Le agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final.
—Me parece que estamos en una situación delicada que es pedagógicamente útil para entender los problemas. Nosotros tenemos la segunda reserva de gas del mundo e importamos gas por barco y tubo. ¿Por qué pasan esas cosas? Son preguntas que los argentinos tienen que hacerse. Adam Smith descubrió la pregunta clave. Adam Smith se preguntaba por qué hay países más ricos que otros. Una pregunta es si tenemos tantos recursos por qué no la podemos usar. Y eso tiene razones institucionales, políticas, pero yo diría básicamente culturales porque el debate nuestro no es un debate de orientaciones que usan la aritmética igual, pero tienen valores diferentes. Es entre gente que niega y otros que usan la aritmética. Y ese debate no es razonable, no es valioso. El debate valioso es usando la misma aritmética, es tener alternativas.
Patricia Miranda, Nicolás Turdera y Ayelén Lázzaro
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil-USAL