El Papa Francisco descargó el "pase verde" sanitario que otorga el gobierno italiano, que permite a personas vacunadas o recuperadas del coronavirus sentarse bares y restaurantes o participar de eventos en lugares cerrados o con riesgo de aglomeración, según informó ANSA.
Tras el reconocimiento por parte de la Unión Europea, el Vaticano está proporcionando el "pase verde” a quienes ya se vacunaron con al menos una dosis en el pequeño estado para realizar las mencionadas actividades, pero también para realizar viajes en avión o tren, a partir del 1 de septiembre.
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El "pase verde" para actividades religiosas
En principio, el pase verde es obligatorio para las actividades de restauración relacionadas con los organismos eclesiales, así como para los museos diocesanos y los eventos que tienen lugar en el interior.
Asimismo, el pase ayuda a la organización de viajes de fe, que se están realizando en Medjugorje, en los santuarios italianos y algunos a Tierra Santa, aunque no sea necesario para participar en los momentos más espirituales, como las misas y las procesiones.
Por lo tanto, para las parroquias italianas, las reglas no cambiaron hasta ahora, dado que sigue siendo obligatorio el uso del barbijo durante las funciones, el distanciamiento social, así como el consejo de higienizarse las manos y evitar intercambios de paz en misa.
Por otro lado, para todos aquellos que participen en los eventos del próximo viaje internacional del Sumo Pontífice (12-15 de septiembre, a Budapest y Eslovaquia) será obligatorio la presentación del certificado de vacunación.
Cómo funciona el “pase verde”
El permiso tiene validez durante 9 meses desde la segunda dosis, mientras que en el caso de los recuperados la duración es de seis meses desde la recuperación.
Además, el pase incluye la adjudicación de un certificado, que puede descargarse gratuitamente, y la generación de un código 'QR' para la realización de trámites o pase de puntos de control.
A partir del 1 de septiembre, el "pase verde" se volverá además obligatorio para el personal de las escuelas de todos los niveles educativos, y, en el caso de las universidades, también los alumnos estarán obligados a tener el certificado.
A través de una circular publicada el martes pasado, el Ministerio del Interior italiano confirmó que los encargados de los locales en los que es obligatorio el pase deberán hacer una verificación de los documentos si hay "manifiesta incongruencia" entre los datos del certificado y los reales.