Horacio Cartes, un empresario multimillonario y dirigente deportivo de 56 años recién llegado a la política, aspira a reconquistar mañana para el tradicional Partido Colorado el poder que esa agrupación perdió en 2008 después de 61 años ininterrumpidos de hegemonía en Paraguay.
Conocido por sus éxitos al frente de un grupo de 25 empresas y como presidente del club de fútbol Libertad, que compite actualmente por la Copa Libertadores, Cartes se afilió recién en 2009 al Partido Colorado para iniciar una meteórica carrera que lo ha llevado a los umbrales del Palacio de Gobierno, según las encuestas.
El postulante consiguió que el centenario partido, fundado en 1887 y administrador histórico del Estado paraguayo, reformara sus estatutos para permitirle competir por la presidencia a pesar de su corta militancia en sus filas.
Cartes, un ‘outsider’ de la política que votó por primera vez en su vida en las elecciones municipales de 2010, logró recomponer la estructura colorada, golpeada por el triunfo del expresidente izquierdista Fernando Lugo hace cinco años, y consiguió la unidad necesaria para apuntalar su candidatura.
Pero aunque la presidenta del partido, Lilián Samaniego, se jacta de haber renovado y limpiado la cúpula partidaria de aquellos dirigentes que hundieron a esa agrupación en el desprestigio y aceleraron su caída, Cartes sigue rodeado de los líderes del pasado, asociados con la corrupción y el clientelismo.
Su principal rival en los comicios del domingo, el abogado liberal y veterano en la política, Efraín Alegre, de 50 años, explota esta debilidad señalando la cercanía de Cartes con los que denomina “gerontosaurios”.
Alegre vincula además a Cartes con el narcotráfico y el contrabando de cigarrillos y recuerda que el empresario pasó tres meses en prisión, en 1985, acusado de una millonaria evasión de divisas, denuncia de la que no obstante salió indemne.
Cartes es, sin embargo, es uno de los grandes contribuyentes de impuestos en Paraguay y afirma que sus papeles están en regla.
Nacido en Asunción el 5 de julio de 1956, Cartes es el tercero de cuatro hermanos. Su padre, representante de Cessna en Paraguay, lo impulsó a especializarse en motores de aviación en Estados Unidos, adonde viajó apenas terminó sus estudios secundarios.
Tras obtener diplomas técnicos, en 1975 ya estaba de regreso en Paraguay para abocarse de lleno a la actividad empresarial.
Hoy se dice orgulloso de mantener más de 20 mil empleos en las empresas de su propiedad, un grupo que incluye desde bancos, financieras y casas de cambio hasta unidades productivas de tabaco y soja, embotelladoras de gaseosas -con sucursales en Estados Unidos– y fábricas de cigarrillos de varias marcas, entre otras entidades.
Como hombre de negocios, Cartes se declara como el más confiable para atraer inversiones y combatir la pobreza en el país, donde un 19% de sus habitantes viven en la pobreza extrema, según cifras oficiales. “Si Dios me dio habilidades en la vida empresarial, creo tener condiciones para volcar esas habilidades en la política”, dijo. Además de presentarse como el “salvador” del Partido Colorado.
Fuente: AFP/DPA/ANSA desde Asunción