Con Letizia y Sofía, el rey Juan Carlos fue al funeral de Isabel II pese a las advertencias de Sánchez
La invitación extendida al rey emérito de España muestra la solidez de los lazos entre las dos familias reales, descendientes ambas de la reina Victoria. Pero podría abrir una nueva brecha entre el gobierno de Pedro Sánchez y la monarquía española.
Juan Carlos I al llegar a la abadía de Westminster. |
afp
Según los informes,el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, le pidió al ex monarca que actualmente vive en Abu Dhabi, que no asistiera al funeral de estado de la monarca británica.
Este lunes se sentó entre su esposa Sofía y su nuera, la reina Letizia, durante el solemne funeral de Estado celebrado en la Abadía de Westminster.
El medio español El Debate informó que el rey Juan Carlos, de 84 años, fue contactado en privado por funcionarios del gobierno socialista español hace unos días para pedirle que no asistiera al servicio.
El incidente podría abrir una nueva brecha entre el gobierno español y la monarquía, pero Juan Carlos I está seguro de que su invitación al funeral de Isabel II es un asunto de familia.
El ex jefe de Estado se exilió voluntariamente a los Emiratos Árabes Unidos a mediados de 2020, acechado por sospechas de corrupción por el opaco origen de su fortuna, y su invitación no cayó bien en algunos sectores españoles.
Felipe VI intentó desmarcarse de su padre a causa de las denuncias por corrupción y, desde 2020 solo se reencontraron personalmente una vez, en Madrid, en una visita de la que no trascendió mucho, por lo que la posibilidad de una instantánea de ambos juntos despertó mucho interés.
La relación de Isabel II con su primo Juan Carlos
"Os presento a mi prima", bromeó en una ocasión Juan Carlos I refiriéndose a la monarca fallecida a los 96 años, a la que su hijo Felipe VI llamaba "tía Lilibet".
La reina Isabel II y el rey Juan Carlos I eran primos lejanos porque eran tataranietos de la reina Victoria, la gran monarca imperial británica, que reinó durante 64 años, entre 1837 y 1901, y tuvo 9 hijos y 42 nietos que emparentaron con casi todas las familias reales europeas con el fin de fortalecer la influencia británica.
En el caso del rey emérito español, el los lazos con "Lilibet" se remontan al abuelo de Juan Carlos, el rey Alfonso XIII, que se casó en 1906 con Victoria Eugenia de Battenberg, nieta de la reina Victoria.
Victoria Eugenia fue quien enseñó al pequeño Juan Carlos "a pronunciar las erres españolas para atenuar su acento francés", según explicó la periodista francesa Laurence Debray en su libro dedicado al monarca, Mi rey caído.
Pero los lazos de ambas familias no terminan allí, porque la reina Sofía nació como una princesa de la familia real griega, al igual que el fallecido príncipe Felipe, marido de Isabel II.
Felipe, príncipe de Grecia desde su nacimiento en 1921, era primo hermano del rey Pablo de Grecia, padre de Sofía. Pero en los años 40 tomó el apellido de la familia inglesa de su madre, Mountbatten.
La reina doña Sofía también emparenta con la reina Isabel II a través de su madre, Federica de Hannover, quien era nieta del último emperador alemán, Guillermo II, y este era, a su vez, nieto de Victoria de Inglaterra.
Por otra parte, Juan Carlos de Borbón encontró en la reina Isabel II y el príncipe Felipe un gran apoyo cuando se convirtió en jefe de Estado tras la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975.
"A lo largo de esos precarios primeros años en el trono español, Juan Carlos buscaba regularmente el consejo de su prima británica", se puede leer en Queen of Our Times, la biografía de Isabel II de Robert Hardman.
"Solía llamarla por teléfono con bastante frecuencia", recordaba en ese libro Antony Aclan, antiguo embajador británico en Madrid.
