A comienzos de febrero, el personal de la Guardia Costera de Houston-Galveston, de los Estados Unidos, fue testigo de un hallazgo inesperado en el interior de un contenedor en el puerto de Texas. Mientras realizaban de manera aleatoria una serie de operaciones de control de carga, advirtieron una presencia "extraña" oculta en una de las instalaciones y decidieron examinar su interior para investigar de qué se trataba.
“Cuando bajamos el contenedor y abrimos la puerta, ¡salió un perro!”, manifestaron en un comunicado que se divulgó en redes sociales.
En efecto, los operarios habían detectado movimiento, rasguños y ladridos desde el interior de uno de los recintos metálicos.
Por este motivo, retiraron el contenedor del área de cargamento, lo abrieron y rescataron a Connie, una perra que según los cálculos de las autoridades costeras permaneció encerrada al menos una semana.
“Estaba cansada, hambrienta y muy feliz de ver a sus rescatistas”, describió la guardia costera.
Tras suministrarle agua y una generosa ración de alimento, la perrita fue trasladada a Forever Changed Animal Rescue, un refugio de animales local.
Si bien la hembra pasó por la experiencia traumática de un largo encierro, se comportaba cariñosamente y manifestaba alegría.
Desde entonces, Connie se preparó para otro desafío: volar hacia el refugio en un avión privado gracias al trabajo de la organización sin fines de lucro Pilots N Paws. Connie partió del aeropuerto de Hooks en Texas el martes temprano por la mañana para llegar a media tarde al aeropuerto regional de Manassas en Virginia.
Pilots N Paws recluta alrededor de 4000 pilotos en todo Estados Unidos, quienes se desempeñan como voluntarios para trasladar animales rescatados, como el caso de Connie.
Los rescates abarcan un abanico amplio de situaciones: algunos animalitos son salvados de la eutanasia, otros de una situación abusiva o de la vida callejera, y una vez retirados del peligro viajan desde refugios superpoblados a lugares donde tendrán más posibilidades de encontrar un hogar estable o recibir un tratamiento médico adecuado a su necesidad.
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"Gusano del corazón", la enfermedad que detectaron en Connie
Ya establecida en el refugio, Connie pasó por su primer control veterinario de rutina para verificar su estado de salud.
Los estudios de laboratorio indicaron que Connie dio positivo de una enfermedad conocida como "gusano del corazón", una afección que es frecuente en perros y se transmite por la picadura de un mosquito.
El trastorno produce afección pulmonar e insuficiencia cardíaca. Sus principales síntomas abarcan tos, dificultad para respirar, fatiga o debilidad y pérdida de peso, entre otros, y se vuelven más notables después de hacer ejercicio. Connie ya está realizando el tratamiento correspondiente.
De manera provisoria, Connie permanecerá en la casa de la médica veterinaria y fundadora del refugio, Andrea Deoudes. Allí le darán toda la atención y los cuidados necesarios para recuperarse hasta que alguna familia la adopte y consiga un nuevo hogar.
CA/ED
