INTERNACIONAL
Diferentes actitudes políticas

En Brasil temen la transmisión comunitaria de la variante Ómicron: ya se confirmaron 5 casos de infección

La Agencia de Vigilancia Sanitaria está preocupada porque el país aun no se exige el certificado de vacunación para quiénes llegan desde el exterior. El gobierno de Jair Bolsonaro se resiste a tomar medidas restrictivas.

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Aeropuerto internacional de Guarulhos | Agencia Shutterstock

Las autoridades sanitarias de Brasil comprobaron, ya, cinco casos de turistas que regresaron a su país desde distintas ciudades de África contagiados con la variante Ómicron del Covid-19. Este jueves lo confirmó públicamente el Ministerio de Salud del gobierno federal. Sin embargo, para el ministro que comanda el organismo, el médico cardiólogo Marcelo Queiroga, no hay motivos para “abandonar una situación libertaria, de fiestas en año nuevo y carnaval, e ir al cierre de nuestra economía que ya sabemos las consecuencias”.

El funcionario juzgó que no existe suficiente información como para justificar medidas restrictivas: “Todavía no conocemos el impacto en la salud de cada uno de nosotros”. Pero la Organización Mundial de la Salud piensa exactamente lo contrario: “La cepa ómicron del coronavirus es muy transmisible” subrayó la jefa del área científica de la OMS, Soumya Swaminathan. En una conferencia de prensa, la experta llamó sin embargo a mantener la tranquilidad: “El mundo está hoy mucho más preparado para enfrentar esta nueva variante del virus” precisó.

Para la Organización Mundial de la Salud piensa que  “La cepa ómicron del coronavirus es muy transmisible”

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Sin embargo, falta muy poco para que sea develada la incógnita sobre el gran alcance de esta nueva cepa; especialmente, en cuanto a la propagación y letalidad. Por de pronto, se sabe que esta versión viral tiene un nivel de diseminación mayor que las anteriores. Así lo atestigua un estudio del Instituto Nacional de Dolencias Transmisibles de África del Sur, hubo “un aumento exponencial” de los contagios en las dos últimas semanas, al punto de elevar de 300 a 3.500 los nuevos casos diarios de infección en poco más de un mes.

Los acontecimientos de Brasil involucran, hasta ahora, a cinco brasileños. Tres de ellos desembarcaron en el aeropuerto internacional de Guarulhos (en distintas fechas) procedentes de Johannesburgo y de Etiopía; todos residen en San Pablo. Pero el jueves 2 de diciembre, a última hora, las autoridades brasileñas relataron que otras dos personas, provenientes también de territorio africano, habían aterrizado en Brasilia el sábado pasado y días después manifestaron síntomas. Al realizarse el secuenciado genómico pudo saberse que se encuentran afectadas por el Ómicron. Con todo, las autoridades confían en el alto nivel de vacunación completa que exhibe el país y que ayer superó 63%.

La razón de esa “calma” es que todavía no se detectó la circulación comunitaria; como sí pasó en Australia y en Estados Unidos: en Sydney tres estudiantes contrajeron el Ómicron sin haber viajado para ningún lado; y hay una infección comunitaria confirmada en Hawái, y otra en bajo análisis en Minnesota. De cualquier manera, y pese al alto nivel de vacunación en Brasil, el gobierno de Jair Bolsonaro no puede olvidar los 615.225 fallecidos y los más de 22 millones que enfermaron por culpa de la pandemia.

Frente a ese escenario, los especialistas proponen estrategias precisas. Para “defender la población en el menor tiempo posible”. La doctora en microbiología Natalia Pasternak, que preside el Instituto Cuestión de Ciencia, indicó que en África se vio gente infectada que había sido completamente vacunada. Como ocurrió en los casos brasileños, contrajeron la nueva variante del virus, pero los síntomas fueron leves.

Pese al alto nivel de vacunación en Brasil, el gobierno de Jair Bolsonaro no puede olvidar los 615.225 fallecidos y los más de 22 millones que enfermaron por culpa de la pandemia.

El camino para frenar la propagación de esta especie de coronavirus es, según los expertos, apresurar la dosis de refuerzo. Es la decisión que adoptó el gobierno de San Pablo, de Joao Doria, que van a anticipar la aplicación de la tercera dosis al cumplirse los cuatros meses de la segunda.

En Brasilia, el Palacio del Planalto insiste con mantenerse “quieto”, aun cuando 15 capitales provinciales optaron ya por suspender las fiestas públicas de fin de año y el desfile de Carnaval que suele ocurrir entre febrero y primeros días de marzo. Pero esa “tranquilidad” oficial, propagada desde el Ejecutivo, contrasta con la posición también oficial de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria. Dos días atrás, Anvisa envió un documento al presidente brasileño donde demanda la adopción de medidas más rígidas para evitar que la Ómicron se adueñe del país. Especialmente reclama que se exija a los viajeros que llegan al país “el comprobante de vacunación completa”. De lo contrario, sostiene la agencia sanitaria, “la protección (de los brasileños) será perjudicada por la ausencia de una política nacional que considere como requisito para la entrada de viajantes el certificado de inmunización”. Solicita, también, que se impida aterrizar temporariamente vuelos que vienen desde Angola, Malawi, Mozambique y Zambia.

Para Anvisa, el escenario es preocupante pues al no imponer la presentación del certificado “el país facilita la entrada de personas no vacunadas y que pueden estar cargando el virus”.