"Persevera y triunfarás" es un popular dicho que se adapta perfectamente a la historia del chino Wang Mingqing. Este hombre, de la ciudad de Chengdu, se propuso encontrar a su hija, Qifeng, que había desaparecido hacía 24 años. Para lograrlo, se dedicó a trabajar de taxista: dos décadas después, sus esfuerzos tuvieron recompensa.
En 1994 el hombre y su mujer tenían un puesto de frutas y, en un descuido, la nena, que para ese entonces tenía solo tres años, desapareció. Primero intentaron localizarla a través de carteles por las calles y anuncios en los medios de comunicación. También visitaron orfanatos y hospitales, pero la búsqueda no obtuvo resultados.
En 2015, desde su taxi Wang se dedicó a difundir la historia de su hija en todo el país, según informó el Diario del Pueblo. Su intención era que ese relato llegara hasta todos los rincones de China para de ese modo poder reencontrarse con su pequeña. Más de 10 mil pasajeros escucharon su historia y se quedaron con una de las tarjetas que repartía el chofer con los datos de la chica.
Uno de esos pasajeros fue un dibujante de retratos robot de la policía que quedó emocionado por su historia y decidió hacer una imagen de cómo podría ser Qifeng hoy en día y la difundió. Ese dibujo recorrió miles de kilómetros hasta la ciudad de Panshi donde una mujer llamada Kang Ying la vio en las redes y quedó en sorprendida al ver el enorme parecido que guardaba con ella.
La mujer se contactó con la policía y con sus posibles padres el pasado 16 de marzo. El 1 de abril se hizo una prueba de ADN que confirmó que era la niña perdida 24 años atrás. Según contó, fue adoptada por una familia que la encontró caminando en una ruta y creció en una ciudad a tan solo 20 kilómetros de Chengdu.
Más adelante, Qifeng se mudó al noreste de China, donde actualmente reside junto a su hija y su marido. Toda la familia se desplazó hasta Chengdu y fueron partícipes del emotivo reencuentro este martes en medio de la fuerte expectación mediática.