El discurso del Presidente Donald Trump al Congreso constituyó una reafirmación de los principios ya esbozados durante la campaña electoral y el primer año de gobierno. Estuvo dirigido a su base electoral y fue matizado con viñetas sentimentales para ejemplificar sus testimonios y realzar el orgullo de pertenecer al pueblo que construyó la mejor y más poderosa Nación: “(América) fue el hogar de un pueblo increíble, portadores de la idea revolucionaria de gobernarse por sí mismos, decidir su propio destino convencidos de que actuando juntos podrían iluminar al mundo”.
El Presidente Trump inició su exposición destacando el aumento del valor de las acciones, la creación de empleos y la reducción de impuestos a las ganancias para los particulares y las empresas. La Bolsa de Nueva York ha agregado 8.000 millones de dólares de riqueza en 2017, beneficiando a los fondos de retiro conocidos como 401K, las pensiones y las cuentas de ahorro. En noviembre el Congreso aprobó la reducción del impuesto a las ganancias del 35 al 21% que tendrá un impacto en la competitividad y constituirá un aliciente para la radicación de empresas. En realidad, la única medida concreta fue la reducción de impuestos cuyos efectos son a futuro; la consolidación de la recuperación económica no solo en los Estados Unidos sino en todo el mundo es la consecuencia de las medidas expansivas adoptadas para salir de la recesión de 2008/2009.
Los párrafos sobre inmigración no dejan de confirmar las presunciones sobre los prejuicios del Presidente Trump; repitió la necesidad de controlarla, revocar el sistema de sorteo y limitar la extensión de residencia a la esposa e hijos menores con la excusa de que representaba una apertura a la delincuencia y el terrorismo. Ejemplificó sus dichos con la presencia de los padres de dos adolescentes asesinadas en Long Island y los ataques terroristas en Nueva York. Las palabras utilizadas fueron “Mi compasión más grande y mi preocupación constante es con los niños, con los trabajadores y con las comunidades olvidadas de América”. Y en una clara referencia a los demócratas exclamó: “Porque nosotros los americanos también somos soñadores” para marcar la diferencia con el reclamo de regularizar la situación de los ingresados como menores y que mantienen el status de ilegales.
Anunció la decisión de mantener abierta la Base de Guantánamo y calificó a los terroristas como enemigos fuera de la ley que deben ser tratados como tales en cualquier lugar. Este anuncio abrió nuevamente la opción de las prisiones secretas en terceros países y el aniquilamiento de terroristas en cualquier lugar sin juicio previo, contrarios al sistema legal internacional y también norteamericano. Barack Obama prometió cerrar la base de Guantánamo en su primer año de gestión, pero no pudo obtener el apoyo del Congreso con mayoría republicana, que ahora ha ratificado la continuación de esta práctica violatoria de cualquier estándar de justicia.
El Presidente Trump recurrió a su retórica provocativa al igualar a los regímenes arrogantes, a los grupos terroristas y los rivales como China y Rusia que desafían los intereses, la economía y “nuestros valores”. Consideró que la única forma de defensa es armarse, poseer un poder inigualable y contar con un enorme presupuesto militar para fortalecer a las fuerzas armadas y el arsenal nuclear.
La exposición de 80 minutos dejó también lugar para dos menciones positivas. Las condenas a la represión en Cuba, Venezuela e Irán representan un aliciente para las fuerzas democráticas en esos países donde no existe libertad de expresión. La segunda es la referencia a la necesidad de reducir los precios de los medicamentos acelerando la aprobación de genéricos y la posibilidad de adelantar el uso de drogas experimentales para enfermos en condiciones terminales. Una promesa de difícil cumplimiento cuando designó como Secretario de Salud al abogado Alex Azar, ex ejecutivo de Eli Lelly.
Las recurrencias a conceptos abstractos como el patriotismo, amor a la bandera, la fe, valores, himno nacional y la divisa “In God we trust” sólo tienen el propósito de identificar al Gobierno con la Patria y la Patria con la Nación. Trump lo expresa en estos términos: “los americanos aman su país y merecen un Gobierno que les muestre en reciprocidad el mismo amor y lealtad”. Cuando el debate está planteado en estos términos pareciera obnubilar la visión sobre los límites que pueden cruzarse para conservar el poder.
*Embajador.