El líder nazi Adolf Hitler habría tenido sangre judía y africana, razas que él consideraba inferiores y por lo cual intentó exterminar durante el Holocausto.
Así lo reveló un estudio de ADN que se le realizó a 39 familiares del Führer, realizado por el periodista belga Jean-Paul Mulders y el historiador Marc Vermeeren, informó el diario británico The Daily Telegraph.
En su investigación, Mulders y Vermeeren encontraron a familiares del líder nacionalsocialista, incluyendo a uno de sus primos, un campesino austríaco, cuyos análisis de ADN demuestran que tienen un cromosoma (llamado Halplogrupo E1b1b1) muy poco frecuente en Europa Occidental y que, sin embargo, sí se encuentra mucho más fácilmente en los habitantes originarios de Marruecos, Argelia y Túnez, así como en los judíos.
En efecto, el Haplogrupo E1b1b1 se encuentra en aproximadamente el 18 a 20 por ciento de los Ashkenazis y entre 8,6 y 30 por ciento de los Sefardíes, por lo que resulta ser el más común entre todos los linajes judíos.
"A partir de este supuesto se puede concluir que Hitler estaba relacionado con personas a las que él despreciaba", escribió Mulders en la revista belga Knack, que también publicó los resultados de esta investigación.
Por su parte, el especialista en genética de la Universidad de Lovaina Ronny Decorte reconoció que los resultados obtenidos en los familiares de Hitler son "sorprendentes". "Los resultados son increíbles, si se tiene en cuenta la concepción del mundo de los nazis, en los que la raza y la sangre tenían un papel fundamental", destacó el especialista. Y agregó: "La preocupación de Hitler por sus orígenes estaba justificada. Los análisis demuestran que él tampoco era un ario puro".
No es la primera vez que los historiadores sugieren que Hitler tenía ascendencia judía. Se cree que su padre, Alois, era hijo ilegítimo de una relación entre María Schickelgruber y Frankenberger, un muchacho judío de 19 años.