Con un operativo de seguridad inédito, Japón se prepara para recibir a los líderes del G7 en una cumbre que promete ser "inusual" desde el plano simbólico y que tendrá varios ejes, entre ellos la amenaza nuclear de Rusia, la expansión de China y la promoción del respeto por las reglas del orden internacional.
De entrada el mensaje del presidente pro témpore del foro que reúne a las siete potencias industriales e invitados especiales fue contundente. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, eligió como sede de la cumbre a la ciudad de Hiroshima, que se convirtió en un símbolo por la paz y la reconstrucción luego de la tragedia que siguió a la bomba nuclear que arrojó Estados Unidos el 6 de agosto de 1945 y que puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
El timing no fue casual considerando las constantes amenazas de Rusia de utilizar las armas nucleares en el marco del conflicto con Ucrania, algo que no le es ajeno al único país que conoce en carne propia el desastre asociado a ese escenario de destrucción total.
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En tanto, la guerra en Ucrania será uno de los temas principales que discutirán los aliados que comparten valores como la democracia o el libre mercado. El eje principal será el desarme nuclear. La idea del gobierno japonés, de notable crecimiento de liderazgo internacional en los últimos años, es visibilizar la devastación que sigue al uso de las armas nucleares, un tema que no pierde actualidad y que se respira en las calles de la ciudad situada al oeste de Honshu, la isla más grande del archipiélago nipón.
Así lo refrendó Takashi Ariyoshi, director de política económica de la Cancillería japonesa. "La comunidad internacional está en un punto de inflexión histórico", puntualizó en un encuentro que mantuvo en Tokio con un grupo selecto de periodistas de diez países invitados por el gobierno japonés, entre ellos PERFIL en representación de la Argentina.
Desde el sobrio edificio gubernamental situado en la calle Kasumigaseki de la bulliciosa capital japonesa, el funcionario detalló que la idea es condenar una vez más la invasión de Ucrania, hacer un llamado por el respeto de las reglas del orden internacional. "Rechazaremos cualquier evento unilateral", reforzó, cuidando sus palabras. A esto aportó Hideaki Ishii, director de la división de no proliferación, ciencia y energía nuclear del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón. "La amenaza de Rusia de usar las armas nucleares nunca debe ser tolerada", indicó.
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Otros de los temas que estarán en la agenda de los líderes serán las externalidades negativas del conflicto, como la "seguridad económica", asociada a la inflación, la ralentización del crecimiento económico post covid, la crisis energética y alimentaria.
Además, desde el lado japonés llevarán a la mesa un proyecto llamado "Indo Pacífico Libre y Abierto (FOIP)". La propuesta apunta a los cambios en el orden internacional, "los desafíos globales y los "problemas generados por los avances científicos y tecnológicos". También al auge de los países emergentes y en desarrollo sumergidos en cuellos de botella económicos que los impulsan a buscar nuevas fuentes de financiamiento, entre ellas China, de creciente influencia en varios puntos del globo y en particular en América Latina.
La cumbre del G7 en Hiroshima
Esta semana Hiroshima se convirtió en una ciudad blindada, lista para recibir a los poderosos miembros del G7, el grupo compuesto por Japón, Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y la Unión Europea. Según información oficial, 24 mil agentes policiales de todo el país se relocalizaron para reforzar el operativo durante la cumbre que será del 19 al 21 de mayo.
En los últimos días la presencia policial y de helicópteros aumentó e incluso fue dispuesta en lugares turísticos como el Parque de la Paz, donde está situada la Cúpula de la Bomba Atómica, o el emblemático santuario de Itsukushima en la isla de Miyajima, uno de los lugares que visitarán los jefes de estado y de gobierno.
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A los líderes de los miembros del G7se les unirán invitados de potencias regionales como el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el primer ministro indio Narendra Modi en carácter de presidente del G20. Otros invitados son Corea del Sur, Australia, Vietnam; y titulares de organismos regionales africanos y asiáticos como Indonesia (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental), Comoros (Unión Africana) e Islas Cook (Foro de las Islas del Pacífico).
Por otro lado, dirán presente representantes de organismos internacionales, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), Organización Mundial del Comercio y la Agencia Internacional de Energía (IEA).
CP