El Partido Popular español celebra este fin de semana en Madrid un congreso extraordinario para endurecer su oposición ante un Pedro Sánchez más debilitado que nunca por culpa de los escándalos, y tratar de precipitar su caída cuando aún faltan dos años para las elecciones.
En la última semana, la política española vivió un sismo con el encarcelamiento por sospechas de corrupción del socialista Santos Cerdán, número tres del PSOE hasta unos días antes, en un caso que salpica también al exministro socialista de Transportes, José Luis Ábalos.
Ábalos y Cerdán fueron figuras clave en el ascenso de Sánchez al liderazgo socialista y al poder en España. Cerdán, por ejemplo, negoció para Sánchez el apoyo del líder independentista Carles Puigdemont a su investidura.
“He visto a un presidente tocado”, dijo Gabriel Rufián, diputado independentista catalán, tras reunirse con Sánchez para escuchar sus explicaciones sobre los escándalos.
El congreso del Partido Popular (PP) estaba programado desde hace tiempo, pero cobra nuevo sentido con esta crisis. El miércoles 9 de julio, Pedro Sánchez dará explicaciones en el Congreso sobre el caso de corrupción en su partido, de cuya existencia hay pocas dudas tras difundirse unas grabaciones en las que se aborda el reparto de sobornos por obras públicas o de las cualidades de ciertas prostitutas.
Dentro de su estrategia, el PP confirmó como presidente al discreto Alberto Núñez Feijóo, único candidato, evitando así que Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la región de Madrid y estrella de la derecha española, sea quien se enfrente a Sánchez.
Además, el congreso de los populares es el primer gran acto de partido del nuevo secretario general, Miguel Tellado, que sustituye a Cuca Gamarra, dando paso a un estilo mucho más beligerante contra el gobierno de Sánchez.
Núñez Feijóo se resiste a presentar una moción de censura contra Sánchez, a pesar de que los populares tienen más diputados que los socialistas (137 por 120, sobre 350).
Pese a eso, el PP carece de las alianzas parlamentarias que Sánchez fue capaz de tejer con la extrema izquierda y los nacionalistas catalanes y vascos, a cambio de concesiones, como la amnistía a los secesionistas catalanes.
De hecho, el PP solo cuenta con el posible apoyo de la extrema derecha de Vox, cuyos 33 diputados no solamente no le bastan para sumar las bancas necesarias, sino que además ahuyentan a otros partidos.
Guerra de desgaste. “Me faltan cuatro votos para que salga la moción de censura”, admitió Núñez Feijóo. En un acto separado, Díaz Ayuso invitaba a la cautela y a “no dar pasos en falso” que acaben por reforzar a Sánchez.
En consecuencia, el PP parece abocado a insistir en la dimisión del presidente del Gobierno, como hace incluso un sector de los socialistas.
Para el gabinete de análisis Teneo, que no descarta la supervivencia de Sánchez, lo más probable es un adelanto electoral.
“A medida que avance el juicio en los próximos meses y salgan a la luz nuevas revelaciones sobre el escándalo de los sobornos, el Gobierno podría perder el apoyo de sus aliados”, explicó Teneo en una nota.
Ello “posiblemente lo obligaría a convocar elecciones anticipadas a finales de año, probablemente no antes del otoño”, concluyó.