La erupción del volcán Mauna Loa, en Hawaii, conmocionó al mundo, ya que entró en erupción por primera vez en 40 años. Ahora, se conocieron imágenes satelitales que muestran el panorama apocalíptico que puede verse desde el espacio.
Afortunadamente, la lava no amenaza aún a ninguna comunidad, pero desde el espacio el escenario es totalmente distinto. El Mauna Loa arroja dióxido de azufre y otros gases volcánicos que forman un smog rojizo que pueden verse desde los satélites de MAXAR como una nube rojiza que cubre a Hawaii.
Los flujos de lava están “contenidos” dentro del área de la cumbre. Sin embargo, los hilos de lava proponen un escenario de destrucción.
Mauna Loa, el volcán activo más grande del mundo
Luego de una serie de terremotos recientes que sacudieron a la región, el domingo 27 de noviembre el volcán activo más grande del mundo comenzó a erupcionar en Moku'āweoweo, una de las calderas de la cumbre.
Sin embargo, tal como indica la experiencia con el Mauna Loa, los hilos de lava pueden cambiar rápido su curso y afectar a las poblaciones linderas.
En ese sentido, el Servicio Geológico de Estados Unidos alertó que los ríos de lava podrían “moverse rápidamente”. Por ejemplo, en la última erupción de 1984, los flujos se extendieron por 8 kilómetros.
Por otro lado, de acuerdo con la información de BBC, la geofísica de volcanes que trabajó en el Observatorio de Volcanes de Hawaii, Jésica Johnson, aclaró que estos flujos “rara vez presentan un riesgo para la vida”, pero sí pueden significar “destructivos para la infraestructura”.
De igual forma, la situación es cada vez más compleja, puesto que, a medida que avanza la lava, se forman grietas dentro de la montaña, por donde podría emerger más magma. Los especialistas esperan que esta erupción sea otra más como las anteriores y que, en unas semanas, la actividad volcánica disminuye su fuerza para volver a estar en reposo durante décadas.
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