“Esto no es contra el FMI ni contra nadie, sino a favor de todos nosotros”, aseguró esta semana la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, al referirse a los instrumentos financieros creados por los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y presentados el martes pasado en una cumbre del bloque en Fortaleza. En efecto, la ingeniería que inauguró el grupo de países emergentes no busca rivalizar con el Fondo Monetario Internacional ni con el Banco Mundial, pero desnuda el fracaso de las instituciones nacidas en Bretton Woods en 1944 para adaptarse al tránsito global hacia la multipolaridad.
Los Brics anunciaron la apertura de un Banco de Desarrollo propio que financiará obras de infraestructura en los cinco países; y de un Fondo de Contingencia de 100 mil millones de dólares que funcionará como “red de seguridad” del grupo ante eventuales dificultades económicas. Se trata de la iniciativa financiera multilateral más importante desde los acuerdos establecidos entre las potencias mundiales durante el tramo final de la Segunda Guerra Mundial, en los que se fijaron las reglas básicas para las relaciones entre las naciones industrializadas, y se crearon el FMI y el BM.
El proyecto del bloque reviste un fuerte significado político. “El nuevo banco no es competitivo, sino complementario con las instituciones de Bretton Woods, pero no por eso deja de ser un enorme paso adelante de los emergentes –dijo a PERFIL el profesor Mariano Turzi, autor del libro Mundo Brics–. Apunta a construir cierta institucionalidad de los Brics, que era lo que le faltaba al grupo”.
En opinión de Turzi, docente de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, “la iniciativa es novedosa porque trae la multipolaridad al sistema financiero, y al mismo tiempo expresa un llamado de atención al FMI y al BM por su fracaso en ese aspecto”.
El gran desafío del bloque es demostrar que ellos tienen una receta superadora. El economista británico Jim O’Neill, inventor del acrónimo “Brics”, consideró que “la gobernanza global no ha seguido la evolución de la economía y eso en sí mismo es una buena justificación para la creación de nuevos instrumentos, pero ahora los Brics deben mostrar que pueden lograr juntos algo útil”. Por lo pronto, los países miembros tendrán que hallar la fórmula para evitar una sobrerrepresentación en el nuevo banco de China, el “hermano mayor” del grupo. En la pulseada inicial, Beijing se anotó un triunfo de entrada: la sede central de la institución estará en Shangai.