INTERNACIONAL
del califato a silicon valley

Marketing 2.0, el arma de EI para captar yihadistas

La organización terrorista difundió sus crímenes a través de las redes sociales, que anunciaron que censurarán sus publicaciones.

Amenaza. Estado Islámico utiliza sofisticadas técnicas de propaganda para reclutar combatientes occidentales a través de la web.
| AFP

“Tras ser abandonado por mi propio gobierno, mi destino ahora está en las manos de Estado Islámico. No tengo nada que perder. Quizás viva y quizás muera, pero quiero aprovechar esta oportunidad para enunciar algunos hechos que ustedes pueden verificar”, dijo a cámara el periodista británico John Cantlie, en un video de propaganda difundido por la agrupación que quiere instaurar un gran califato en Medio Oriente. Esa imagen simboliza el uso de Estado Islámico de las redes sociales, nuevas tecnologías y estrategias de marketing político, que convirtieron en los últimos meses al grupo en un imán para los yihadistas de Occidente. La agrupación controla vastas regiones de Irak y Siria y engrosa día a día sus filas con nuevos combatientes, al tiempo que aterroriza a kurdos, yazidíes y cristianos, a los que amenaza con la conversión al islam o la muerte.

La organización sunita difundió esta semana un polémico documental que ensalza la lucha de los mujaidines y rinde culto a la muerte. El material fílmico, de una hora de duración y llamado Flames of War, repasa la guerra contra el terrorismo de George W. Bush y la retirada de la región ordenada por Barack Obama. En ese video aparece un yihadista que encabeza un pelotón de fusilamiento y habla inglés con acento norteamericano. Ese dato llevó a la cadena de noticias CNN a aventurar que se trataría de un ciudadano estadounidense o de un árabe que estudió y vivió en ese país. La técnica de propaganda repitió la utilizada en las brutales decapitaciones de los periodistas norteamericanos James Foley y Steven Sotloff y el cooperante humanitario David Haines: yihadistas occidentales hablando a cámara, desafiando a Washington y Bruselas con su poder para reclutar combatientes en todo el mundo. “Son expertos en la guerra de la información y en la guerra digital. Son muy sofisticados”, admitió esta semana Richard Stengel, vicesecretario de Estado norteamericano.

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Las redes sociales, en respuesta a la difusión de aquellos crímenes, anunciaron que prohibirán la difusión de imágenes crueles y sangrientas.
“Revisamos todos los contenidos que contradigan nuestras reglas, que prohíben las amenazas violentas y todo aquello que vaya en contra de la ley”, informó Twitter a la agencia de noticias AFP. Facebook, Google y YouTube adoptaron la misma posición. “No permitimos a grupos terroristas, como EI, usar nuestro sitio”, informó la red social comandada por Marck Zuckerberg. Las compañías 2.0 tienen el desafío de velar por la libertad de expresión, transmitir la actualidad informativa y, al mismo tiempo, no convertirse en herramientas de grupos extremistas.

Con los objetivos de instaurar una versión rigorista del islam, EI cree que la guerra también se libra en la web.

Miles de kurdos se refugian en Turquía
Ankara
Al menos 60 mil kurdos se refugiaron en Turquía desde el jueves, al huir de los combates entre los yihadistas de Estado Islámico (EI) y los combatientes kurdos en el noreste de Siria, anunció ayer Numan Kurtulmus, viceprimer ministro turco. El país gobernado por Recep Tayyip Erdogan se vio obligado a abrir sus fronteras para acoger a integrantes de la minoría que escapaba de sus hogares ante el avance de los yihadistas, que se apoderaron de sesenta localidades en el norte del país.
En virtud de su política de “puertas abiertas”, Turquía acoge actualmente a casi un millón y medio de refugiados sirios, que huyeron de su país tras el estallido de la guerra civil en 2011.
Las capacidades de acogida de los campamentos instalados en la frontera se desbordaron  y más de un millón de refugiados están en situación de calle en las  principales ciudades, lo que frecuentemente provoca incidentes con la población local.
Turquía, miembro de la OTAN, se negó a participar en una operación militar de Occidente contra EI.