La mayor organización indígena de Ecuador se cerró al diálogo con el Gobierno y prometió escalar las protestas por los ajustes económicos, que en una semana dejan cinco muertos, 554 heridos y casi un millar de detenidos.
"Nada de diálogo con un gobierno asesino", proclamó Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie). El dirigente, que llamó a "radicalizar las acciones" mediante bloqueos de vías y "tomas" de sedes públicas, habló frente a sus compañeros que se concentran en el ágora, un coliseo de Quito, adonde fueron llevados los restos de Inocencio Tucumbi, un líder muerto en las manifestaciones, según el gobierno a causa de una caída.
"¡Vamos a radicalizar con más fuerza, compañeros, y si tiene que denunciar y si tienen que matarme, que me maten!", exclamó Vargas. De ese modo, echó por tierra la expectativa del presidente Lenín Moreno frente a que se pudiera arreglar el conflicto con una mediación de la Iglesia católica y las Naciones Unidas.
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La Defensoría del Pueblo registra cinco civiles muertos, 554 heridos y 929 detenidos en la primera semana de choques. El gobierno reporta 133 policías heridos.
Diez policías que habían sido capturados por los indígenas temprano recobraron su libertad anoche después de ser obligados a conducir el féretro con Tucumbi, según observó la AFP. De su lado, una autoridad dijo que detuvo a 17 extranjeros, la mayoría venezolanos, en el aeropuerto internacional de Quito con información sobre los desplazamientos de Moreno.
Esto confirma "todos los intereses que están detrás del caos en el país", dijo la ministra de Interior, María Paula Romo, en alusión a las denuncias del presidente sobre un supuesto complot para derrocarlo y que involucraría a su antecesor Rafael Correa y al mandatario venezolano Nicolás Maduro, quienes niegan los señalamientos.
Todos los intereses que están detrás del caos en el país, dijo la ministra de Interior, María Paula Romo
Los pueblos originarios encarnan el descontento social por las reformas económicas que impulsa Moreno en el marco de un programa -acordado con el Fondo Monetario Internacional- de millonarios créditos destinados, según él, a salvar de la "debacle" a la dolarizada economía ecuatoriana tras años de "derroche, endeudamiento y corrupción" bajo el gobierno de Correa.
Entre los ajustes, está la eliminación de los subsidios al diésel y la gasolina, lo que disparó las tarifas hasta en un 123%.
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Los indígenas, que representan el 25% de los 17,3 millones de ecuatorianos, son el sector más castigado por la pobreza y en su mayoría trabajan en el campo. Con la liberación de los precios de los combustibles, deben pagar más para el transporte de sus productos al tiempo que temen una escalada inflacionaria.
La Conaie se mantiene en asamblea en Quito y aunque no ha habido nuevas marchas, la fuerza pública reforzó los vallados cerca de la desocupada sede presidencial a modo preventivo.
AFP/ B.D.N.