El Papa León XIV visitó el Líbano entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre, durante su primera gira internacional, iniciada pocos días antes en Turquía, con una agenda intensa —Ankara, Estambul e Íznik— en homenaje a los 1700 años del Primer Concilio de Nicea. A su llegada, la expectativa se disparó en un país que arrastra desde 2019 una crisis política y económica devastadora, marcada por choques recurrentes entre Israel y Hezbolá, un colapso financiero sin salida y una corrupción que erosiona la vida cotidiana con una intensidad cada vez mayor.
Sucedido el primer minuto en territorio libanés, el mensaje del pontífice quedó claro y resonante: “anteponer la paz a todo lo demás”, consigna que atravesó cada encuentro, cada gesto y cada intervención pública. Miles lo recibieron bajo la lluvia con música maronita, banderas y cánticos, en una Beirut que resiste al temor a una nueva escalada bélica.
Algunas de las imágenes más potentes fueron su visita al Monasterio de San Marón, en Annaya, donde rezó ante la tumba de San Chárbel, el santo más venerado del país. En este lugar, pidió paz para el Líbano y para todo el Levante, y encomendó “las necesidades de la Iglesia y del mundo” a la intercesión del religioso libanés.
También allí, la multitud respondió con aplausos que se extendieron varios minutos, en un gesto colectivo.



El Líbano vive una emergencia estructural: arrastra una década de conflictos, violencia y disputas políticas, mientras su economía continúa en caída libre. A la par, la devaluación destruyó salarios, los bancos congelaron depósitos y más de 800.000 personas —principalmente jóvenes— emigraron desde 2019 en búsqueda de estabilidad.
Sobre ese cuadro político y social, hacía 13 años que un Papa no pisaba el país. El último fue Benedicto XVI en 2012, pues Francisco, que anhelaba viajar nunca pudo concretarlo. Así, la presencia del pontífice volvió a movilizar a la población: “Te esperábamos”, decía un cartel que sobresalía entre la multitud concentrada en las rutas y los alrededores.
Al mismo tiempo, tras su paso por Annaya, visitó el Santuario de Nuestra Señora del Líbano, donde fue recibido por el Vicario Apostólico de los Latinos y el Patriarca de la Iglesia Armenia. Allí reiteró su mensaje: reconstruir el diálogo y evitar que el país caiga nuevamente en una guerra abierta con Israel, un temor que creció en las últimas semanas.
Cuándo podría concretarse la visita del Papa a la Argentina
El Papa León XIV expresó públicamente su intención de visitar la Argentina, como parte de una gira por América Latina que se organizará después del Año Jubilar 2025 y, la propuesta incluye también viajes a Uruguay, Perú y México. Así, en una conversación informal con periodistas en Castel Gandolfo, comentó que desea recorrer la región y mencionó explícitamente esos destinos, mostrando su voluntad de retomar una agenda internacional amplia.
Según explicó el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, León XIV evalúa un recorrido por el Río de la Plata que tendría paradas destacadas en Buenos Aires y Montevideo, retomando expectativas que habían quedado pendientes durante el pontificado de Francisco. Aseguró que las conversaciones avanzan, aunque todavía no se manejan fechas concretas.
Además, León XIV aclaró que el Jubileo mantiene al Vaticano con compromisos diarios y que recién en 2026 comenzará a definirse el calendario de viajes. Sin embargo, expresó su entusiasmo por volver a trasladarse: “Yo encantado de viajar”, dijo, al referirse al interés por visitar distintos países de América Latina, con la que mantiene un vínculo cercano.
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El único viaje oficial en curso es el que inició el 27 de noviembre, que lo llevó a Turquía y Líbano, dos destinos significativos tanto por su peso histórico como por el deseo que tenía su antecesor de recorrerlos y no pudo concretar. Además, circulan versiones en el Vaticano sobre una eventual gira por África, aunque por ahora se trata solo de conversaciones internas sin anuncios formales.
MV