Rusia admitió, este 2 de marzo, que casi 500 de sus soldados murieron y 1.600 más resultaron heridos en su primer informe de bajas en los combates desde que el presidente Vladimir Putin ordenó la invasión de Ucrania. La cifra de bajas, sin embargo, es discutida por las autoridades ucranianas, que aseguran que casi 6.000 soldados rusos murieron en su territorio.
"Desgraciadamente [...] tuvimos pérdidas. 498 militares rusos murieron [...] y 1.597 de nuestros camaradas fueron heridos" en las operaciones iniciadas el 24 de febrero, declaró el portavoz del ejército, Igor Konashenkov, en imágenes difundidas por la televisión pública rusa. "Las familias de los fallecidos reciben toda la ayuda posible", aseguró el funcionario, que agregó que las bajas de "los militares y los nacionalistas ucranianos" se elevan a "2.870 muertos y unos 3.700 heridos.
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Igor Konashenkov afirmó que los soldados ucranianos también habían destruido 61 aviones, más de 200 tanques, 862 vehículos blindados, 85 sistemas de artillería, nueve sistemas antiaéreos, 60 tanques de combustible y habían incautado 40 lanzacohetes rusos.
El portavoz también dijo que las fuerzas rusas habían causado un daño significativo a las defensas ucranianas: "Se destruyó un total de 311 tanques y otros vehículos militares blindados, 42 aviones y helicópteros, 51 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, 147 armas de artillería de campaña y morteros, y 263 vehículos militares especializados".
El informe se produjo después de que las fuerzas armadas de Ucrania anunciaran que habían matado a 5.840 soldados rusos desde el comienzo de la invasión, el 24 de febrero, actualizando su recuento que se publicó constantemente desde que comenzó la guerra. Además, afirman haber capturado a decenas de efectivos rusos y muchas imágenes que circularon en las redes sociales muestran a desconcertados jóvenes rusos uniformados, sin sus armas.
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El ejército ucraniano invitó este miércoles a las madres de soldados rusos capturados a ir a buscarlos a Ucrania, en el séptimo día de la invasión lanzada por Moscú durante la cual asegura haber hecho decenas de prisioneros.
"Se decidió entregar los soldados rusos capturados a sus madres si vienen a buscarlos a Ucrania, a Kiev", declaró el ministerio ucraniano de Defensa en un comunicado, en el que explicó que tiene líneas telefónicas y correos en los que recibe información sobre rusos capturados y dijo que las madres serán recibidas en la capital, si quieren retirar a sus hijos.
"Ustedes serán recibidas y serán llevadas donde se les devolverá a sus hijos", indicó el ministerio. "A diferencia de los fascistas de Putin, nosotros los ucranianos no estamos haciendo la guerra contra las madres y sus hijos capturados", indicó.
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El Pentágono teme un aumento de víctimas civiles ucranianas
El número de fallecidos y heridos debido al ataque de Rusia a Ucrania aumenta con el correr de las horas y el Servicio de Emergencias del país invadido confirmó que, a una semana del inicio del conflicto, más de 2.000 civiles murieron en diferentes zonas de esa nación europea.
"Durante los días de guerra, Rusia ha destruido cientos de infraestructura de transporte, viviendas, hospitales, guarderías. En este tiempo han muerto más de 2.000 ucranianos, sin contar a nuestros defensores", manifestó el Servicio de Emergencias de Ucrania (DSNS) en redes sociales.
La DSNS también rescató a 150 personas con vida entre los escombros, evacuaron a más de 500 ciudadanos ante posibles ataques y sofocaron 400 incendios provocados por los bombardeos. A su vez confirmaron que se desactivaron 416 artefactos explosivos.
El Servicio de Emergencias anunció que 10 socorristas han perdido la vida realizando su labor de rescate y que 13 resultaron heridos. Cerca de 700 mil personas huyeron de Ucrania y dejaron todo atrás para escapar de la guerra. Muchos sin nada, algunos con muy poco.
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Estados Unidos teme un aumento de víctimas civiles en Ucrania, en un momento en que el ejército ruso parece decidido a bombardear las grandes ciudades para forzar la rendición de los ucranianos, dijo el miércoles un alto funcionario del Pentágono.
"Prevemos un mayor uso de la artillería cuando se acerquen a los centros urbanos y cuando intenten cercarlos", dijo a la prensa el funcionario, que pidió el anonimato. "Es típico de un asedio: cuando quieres cercar un centro urbano y someterlo, obligarlo a rendirse, la artillería se convierte en un arma muy útil", explicó.
Pero "lo que nos preocupa es que al ser más agresivos, se vuelven menos precisos y menos selectivos" en sus ataques de artillería, agregó.
Alrededor del 82% de la fuerza militar de Rusia desplegada durante semanas en las fronteras del país ahora está comprometida en Ucrania, dijo el funcionario. Sin embargo, no hubo "ningún movimiento destacable" de las fuerzas rusas hacia Kiev o Járkov con respecto a los últimos dos o tres días, dijo, y señaló que Jerson (sur), sobre la que las fuerzas rusas reivindicaron este miércoles el "control total", sigue siendo de hecho una ciudad "muy disputada".
Además, los soldados rusos aún no tomaron el control del espacio aéreo ucraniano y continúan teniendo problemas logísticos, incluida la escasez de combustible y alimentos. "Están retrasados respecto a sus planes", prosiguió. Pero "todavía tienen una enorme fuerza de combate a su disposición y van a superar sus dificultades".
ds