La tensiones entre Estados Unidos y Rusia volvieron a aumentar luego de que Moscú enviara el fin de semana pasado aviones con unos 100 soldados y 35 toneladas de equipo militar al aeropuerto de Maiquetía, en Venezuela, a unos 40 minutos de Caracas.
A raíz de esta polémica, el martes pasado la cancillería rusa declaró el envío de militares a Venezuela se realizó "con pleno respeto a la legalidad" y la Constitución de ese país.
En este sentido, y tras los reiterados pedidos de Estados Unidos de que Vladimir Putin retirara a sus militares - el último fue ayer, cuando el vicepresidente Mike Pence catalogara la presencia como una “provocación no deseada” -, Rusia advirtió este jueves que sus militares llegados en los últimos días se quedarán "el tiempo que sea necesario" en el país.
"Se están ocupando de la aplicación de acuerdos firmados en el campo de la cooperación técnica y militar ¿Cuánto tiempo? El tiempo que sea necesario. Tanto como sea necesario para el gobierno de Venezuela", dijo a la prensa la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajárova.
El gobierno ruso se mostró fiel a Nicolás Maduro en momentos claves de la política venezolana. Cuando el líder de la Asamblea Nacional local Juan Guaidó se autoproclamó presidente del país sudamericano, y dividió las aguas a nivel internacional entre los países que reconocían a uno y otro líder, Rusia se mostró siempre fiel a Nicolás Maduro.
Rusia y China son los principales acreedores de la deuda externa de Venezuela (estimada en 150.000 millones de dólares).
En tanto un diplomático venezolano en Moscú aseguró a la agencia Interfax que esta presencia "no está en ningún caso vinculada con posibles operaciones militares".
"Insisto en el hecho de que solo se trata de cooperación militar y técnica. La presencia militar rusa no está en ningún caso vinculada con posibles operaciones militares", dijo, por su lado, el agregado de defensa de la embajada de Venezuela en Rusia, José Rafael Torrealba Pérez.
Por su lado, el presidente estadounidense, que en más de una ocasión se mostró a favor de una intervención norteamericana en un país que consideran bajo una dictadura aseguró esta semana en una reunión junto a Fabiana Rosales, la esposa de Juan Guaidó, dijo: "Esto nunca debería haber pasado en Venezuela. Es una tragedia que las administraciones pasadas permitiera que esto sucediera. Pero lo arreglaré".
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