Ucrania enfrenta una severa crisis en su enfrentamiento con Rusia, dado que Estados Unidos viene evaluando suspender el envío de algunas armas a Kiev en plena intensificación de los bombardeos de Moscú.
Ayer, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mantuvo una conversación telefónica con su par estadounidense, Donald Trump, sobre este tema y logró un tibio acuerdo.
Según el ucraniano, acordaron “reforzar” las defensas aéreas de Ucrania. “Hablamos sobre posibilidades en materia de defensa antiaérea y acordamos trabajar juntos para reforzar la protección de nuestros cielos”, indicó Zelenski en la red social Telegram, sin dar mayores detalles.
Sin embargo, fuentes militares adelantaron a medios estadounidenses que se estaba restringiendo el envío de armamento clave. Según el sitio Politico y otros medios, la medida concierne los sistemas de defensa aérea Patriot, la artillería de precisión y los misiles Hellfire.
Se trata de armamento fundamental para frenar los ataques rusos con drones y misiles. Una portavoz adjunta de la Casa Blanca, Anna Kelly, afirmó que la decisión respondía a su política de “poner en primer lugar los intereses de Estados Unidos”.
Washington es el principal apoyo militar y financiero de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Sus armas, municiones y equipos –además de sus informaciones de inteligencia– han permitido a las fuerzas ucranianas contener al ejército ruso.
El anuncio se produjo en un momento crítico, dado que Rusia está acometiendo una de las mayores embestidas en territorio ucraniano en más de tres años de contienda.
Zelenski había anticipado que iba a “aclarar todos los detalles” relativos a la ayuda militar que Estados Unidos sigue proporcionando a Ucrania, “incluidos componentes para la defensa antiaérea”. Pero hasta ahora no dio mayores explicaciones.
“Cualquier retraso en el apoyo a las capacidades de defensa de Ucrania no haría sino alentar al agresor a proseguir la guerra y el terror, en lugar de buscar la paz”, indicó la cancillería ucraniana.
En las últimas semanas, Zelenski pidió a Estados Unidos que le venda sistemas Patriot para contrarrestar los ataques diarios de misiles y drones rusos.
El mandatario ucraniano volvió a plantear esta cuestión a su par estadounidense durante su último encuentro, al margen de la cumbre de la OTAN a finales de junio.
Pero Trump se mostró evasivo y aseguró que su país “también los necesita”.
El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andrii Sibiga, reafirmó en X que Ucrania está dispuesta a “comprar o alquilar” sistemas de defensa antiaérea para hacer frente a “la gran cantidad de drones, bombas y misiles” enviados por Rusia contra su país.
“Lo tendremos difícil”. La noticia fue recibida con decepción en Kiev, y una cierta aprensión en cuanto a las capacidades del ejército ucraniano de seguir resistiendo al embate ruso.
“Actualmente, dependemos mucho de las entregas de armas estadounidenses, por mucho que Europa haga todo lo que puede. Pero lo tendremos difícil sin las municiones de Estados Unidos”, reconoció una fuente militar en declaraciones a AFP.
De su lado, el Kremlin acogió favorablemente la posibilidad de que Estados Unidos deje de suministrarles armas a los ucranianos y aseguró que eso ayudará a terminar antes el conflicto.
“Cuantas menos armas se le envíen a Ucrania, más cerca estará el fin de la operación militar especial”, dijo a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, DmitriPeskov, usando la fórmula habitual en Moscú para referirse a la ofensiva en el país vecino.
Para Shashank Joshi, experto del Instituto RUSI de Londres, la decisión estadounidense hace “cada vez menos probable que Rusia se moleste en negociar seriamente”.
Un informe publicado en mayo por el centro de reflexión CSIS (Center forStrategic and International Studies) alertó sobre la “capacidad” de Ucrania, “a largo plazo”, para luchar contra Rusia si cesaba la ayuda estadounidense.
Según los expertos, Europa no tiene la capacidad para brindar el apoyo armamentístico y la logística que Ucrania recibe actualmente de Estados Unidos.