Jair Bolsonaro, el expresidente de Brasil condenado la semana pasada por intento de golpe de Estado, debió ser internado de urgencia este martes 16 de septiembre. Su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, escribió en su cuenta de X que el referente de la derecha “se sintió mal”, “con hipo severo, vómito y presión arterial baja".
"Acudió al DF Star acompañado de agentes penitenciarios que custodiaban su domicilio en Brasilia, pues se trataba de una emergencia. Pido las oraciones de todos para que no sea nada grave”, explicó el hijo mayor del expresidente.
La agencia AFP comprobó que agentes de la policía penal custodiaban el centro médico donde se encuentra internado el exmandatario de 70 años, que estaba cumpliendo prisión domiciliaria preventiva desde el mes de agosto.
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Por su parte, Michelle, la esposa de Bolsonaro, reveló en su cuenta de Instagram que su marido se “hizo algunos exámenes y en este momento está con medicación intravenosa”.
El expresidente recibió una condena la semana pasada de 27 años y 3 meses de prisión por intentar dar un golpe de Estado tras ser derrotado en las elecciones de 2022 por Luiz Inácio Lula da Silva. Para que esta sentencia pueda hacerse efectiva, la corte deberá, primero, resolver las apelaciones de sus letrados.
El diputado Evair Vieira de Melo, aliado de Bolsonaro, habló con los periodistas que se encontraban en la puerta del hospital y les reveló que un equipo médico viajará de Sao Paulo a Brasilia para asegurar que el exmandatario tenga la mejor atención posible, y luego agregó que “todo indica que se quedará por un tiempo razonable (en la clínica), o sea, que no es solo una consulta para medir la presión y volver a casa”.

El expresidente sufrió problemas de salud durante los últimos meses, y sus abogados usaron ese tema para justificar su ausencia en las sesiones finales del juicio donde fue condenado por golpismo. El referente de la derecha fue atacado con un cuchillo en la zona abdominal, durante la campaña electoral de 2018, y allí se habrían originado varios de estos inconvenientes de salud.
El pasado domingo 14 de septiembre, Bolsonaro había ingresado al hospital para una operación menor por lesiones en la piel. Los doctores que lo trataron descubrieron que, además, sufría de anemia.
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La condena de Bolsonaro y la reacción de Estados Unidos
Apenas se conoció la noticia que Jair Bolsonaro había sido condenado a 27 años y 3 meses de cárcel, Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano, salió a cuestionar la medida en su cuenta oficial de X.
“Sigue la persecución política encabezada por (el juez) Alexandre de Moraes, sancionado por violar los derechos humanos, luego de que él y otros miembros de la Corte Suprema de Brasil han decidido, injustamente, encarcelar al expresidente Jair Bolsonaro. Estados Unidos responderá como corresponde a esta caza de brujas”, amenazó el funcionario.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil le contestó a través de un extenso comunicado que subió a sus redes sociales, donde expresó que “el poder judicial brasileño, con la independencia garantizada por la Constitución de 1988, juzgó a los primeros acusados del fallido intento de golpe de Estado, quienes gozaron de pleno derecho a la defensa. Las instituciones democráticas brasileñas respondieron al golpe".
Y luego agregó: “Seguiremos defendiendo la soberanía del país ante agresiones e intentos de injerencia, vengan de donde vengan. Amenazas como la lanzada hoy por el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, en una declaración que ataca a las autoridades brasileñas e ignora los hechos y la evidencia contundente del caso, no intimidarán nuestra democracia”.
HM/ML