A 45 días de las cruciales elecciones presidenciales en Estados Unidos, el fenómeno Donald Trump está más vigente que nunca. En las últimas semanas, subió en las encuestas estatales, las que definirán al próximo inquilino de la Casa Blanca, recortando la distancia que le llevaba Hillary Clinton de cara al conteo en el Colegio Electoral el próximo 8 de noviembre. Los recientes problemas de salud de la aspirante demócrata y el temor de un amplio sector de los trabajadores blancos a perder sus trabajos catapultó al magnate inmobiliario en Estados importantes como Florida, donde en junio estaba tres puntos abajo y ahora lidera por un estrecho 0,1% de intención de voto.
Con el lema “Hacer a América grande otra vez” conquistó a un amplio espectro de desencantados, que sienten que su situación económica empeoró en los últimos años o puede deteriorarse en el corto plazo. Con un discurso proteccionista en lo económico y aislacionista en materia internacional, encandiló a los asalariados conservadores de la “América profunda”.
“Esta podría ser una elección muy reñida. Trump está unificando a los republicanos y subiendo en las encuestas”, afirmó a PERFIL Matt MacWilliams, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Massachusetts.
Batalla en los Estados. Más allá de los tradicionales feudos demócratas de California y Nueva York y de los bastiones republicanos en Texas, Luisiana, Mississipi y Alabama, hay distritos muy reñidos que serán clave a la hora de definir los comicios. Además de Florida, Ohio y Pennsylvania son dos “swing states” donde tradicionalmente se impone el candidato que llega a la Casa Blanca. En la cuna de Lebron James y los Cleveland Cavalliers, Trump arrancó la campaña 2,5 puntos detrás de Hillary, pero en los últimos diez días pasó al frente, sacando una distancia de 1,8%. En Pennsylvania, que reparte 20 votos en el Colegio Electoral, el panorama es mucho más alentador para los demócratas, que están arriba por 6,6 puntos. Pero aún nada está decidido. “Trump tiene una chance en esa área ya que el electorado está conformado por militancia de base republicana, independientes y trabajadores demócratas”, le confió a The Atlantic Jeff Brauer, profesor del Keystone College de Pennsylvania.
Según el promedio de encuestas elaborado por el sitio Real Clear Politics, si las elecciones fuesen hoy Clinton ganaría 200 votos en el Colegio Electoral, Trump se aseguraría 164 y habría 174 en disputa que se definirían por un estrecho margen. En ese escenario, cobra relevancia el antecedente de las presidenciales de 2000, cuando George W. Bush venció por 537 votos a Al Gore en Florida y se alzó con los 29 delegados que le permitieron llegar al Salón Oval.
Sistema. El presidente de los Estados Unidos es elegido indirectamente por el pueblo, a través de representantes que integran un Colegio Electoral. No siempre la fórmula más votada es la que llega a la Casa Blanca, sino que triunfa la que más electores reúna en esa instancia. Pese a que Gore obtuvo 543 mil votos más que Bush, no llegó a la Casa Blanca.
Incentivados por la paridad de los últimos sondeos, los dos candidatos se enzarzarán el lunes en el primer debate presidencial de la campaña. Millones de estadounidenses seguirán el evento, que será clave para convencer a los indecisos e independientes.