Al menos ocho mineros murieron y quince permanecen atrapados en la explosión ocurrida en el fondo de una mina de carbón en Polonia, mientras que la policía y los servicios de emergencias tratan de obtener datos sobre la supervivencia de los restantes hombres dentro del zocavón.
El presidente de la compañía a la que pertenece la mina, Grzegorz Pawlaszek, confirmó que 15 mineros permanecían atrapados bajo tierra, mientras que se llevan a cabo las tareas de rescate "en condiciones extremadamente difíciles".
"Es imposible respirar en la zona de la explosión, la ventilación está destruida, algo extremadamente inquietante", dijo Zbigniew Madej, el portavoz de la compañía minera a la que pertenece la mina Halemba, donde se produjo el accidente.
Los equipos de rescate -siete en total con medio centenar de especialistas- necesitarán muchas horas de trabajo intenso para abrirse paso hasta sus compañeros aislados cuya vida, por la escasez de oxígeno, podrá depender de la rapidez de la ayuda.
La explosión se produjo a 1.030 metros de profundidad, en una mina situada en Ruda Slaska, en Katowice, al sur de Polonia.
Todos los hospitales de la región mantienen preparadas sus secciones de tratamiento de quemaduras, ya que se considera que, si se consigue el rescate de mineros con vida, probablemente tendrán que ser inmediatamente hospitalizados con graves quemaduras.
El primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, se dirigió al lugar del accidente acompañado de los ministros de Transporte y de Economía. La mina Halemba fue el escenario en 1990 de uno de los peores accidentes mineros de Polonia, según la televisión pública, con 19 mineros muertos por una explosión.
En julio último, cuatro mineros murieron en un desprendimiento en la mina de Pokoj, también en Ruda Alaska, Polonia.