Julio César Strassera, fiscal del Juicio a las Juntas Militares, es considerado por algunos como un emblema de los derechos humanos y cuestionado por otros por su trabajo durante la dictadura. En ese sentido, su biógrafo, Matías Bauso, considera que la imagen de quien llevó adelante el juicio más importante de la historia “quedó atravesada por la grieta”.
En un diálogo con PERFIL, Bauso, autor de “El fiscal”, contó que eligió a Strassera porque “no había una narrativa tan clara” sobre él. “Descubrí que aquello que yo pensaba que era una ‘opinión unánime', en realidad no lo era”, expresó.
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Según el biógrafo, la vida de Strassera permite abordar cuatro puntos clave. En primer lugar, su vida. “Me intrigaba cómo ese hombre que había tenido una vida chata y gris, si se quiere, durante 52 años, dio la talla cuándo llega su gran momento de exposición”, comenzó narrando Bauso.
En una segunda instancia, el juicio porque, más allá de lo que significó, “es un gran elemento narrativo”. Este punto se relaciona con el tercero: la época, a la que Bauso definió como “un momento agitado, en el que los militares tenían poder”.
Por último, el autor del libro mencionó a la figura del personaje que “algunos piensan que es irreprochable, pero la grita lo analizó desde un posicionamiento actual”. “A las personas y a los hechos hay que juzgarlos dentro de su tiempo y no con el parámetro actual”, expresó.
Los “dos personajes” de Strassera
Para Bauso, existen dos personajes de Strassera instalados en el imaginario social: el “paladín de los derechos humanos” y el “impresentable” para el kirchnerismo.
De acuerdo con la información que pudo recopilar el biógrafo del fiscal, algunos lo consideran un “héroe de los derechos humanos, el que logra que condenen a cadena perpetúa a Massera y Videla y el que le dice las verdades a los excomandantes ante la Justicia”.
“El otro lado es el de la grieta, que lo presenta como un ‘colaboracionista’. Es algo que dijo Aníbal Fernández cuando lo llamó ‘impresentable’”, dijo Bauso en relación con las críticas que recayeron sobre Strassera por las negativas a los pedidos de habeas corpus.
Por esto mismo, recordó los dichos del expresidente Néstor Kirchner que generaron cierto “resquemor” en Strassera y parte del sector alfonsinista, ya que aseguró que “en 20 años de democracia no se había hecho nada por los derechos humanos”, “algo que fue un error”, según sostuvo Bauso.
Con respecto a los pedidos de habeas corpus, el autor explicó que “Strassera hizo lo que hicieron los demás en la dictadura” y agregó que “las valoraciones hay que hacerlas en su tiempo y con base en los elementos legales que tenían para actuar”.
“Durante la dictadura, tanto los fiscales como los jueces y hasta los abogados privados actuaron de la misma manera. A él lo que lo distingue es que, en los primeros años democráticos, actuó como nadie”, expresó.
El autor defendió el trabajo que se hizo durante la primera etapa de la recuperación democrática, por lo que recordó la investigación de la CONADEP y el juicio como una “respuesta internacional al terrorismo de estado” que da “por probado que hubo un plan sistemático”.
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La vida de Strassera y las dificultades de contarla
Más allá de las críticas que giran entorno a Strassera, Bauso destacó dos aspectos de su vida. Por un lado, el fiscal del Juicio a las Juntas “dio entrevistas a todo el mundo, excepto a Neustadt, para visibilizar lo que sucedió, un trabajo de divulgación y de convencer a la gente que fue muy importante”.
Por otro lado, el biógrafo enfatizó en que Strassera tenía “una dificultad técnica” y es que no había juicio orales en Argentina, por lo que “nadie tenía experiencia y logró marcar una diferencia con los 23 defensores de los militares”.
“El alegato es una de las grandes piezas oratorias de la democracia con un nivel histórico notable”, afirmó.
Para Bauso, el trabajo de contar una vida ajena fue “arduo” y, de hecho, considera que el libro terminó convirtiéndose en un “perfil, una versión posible del persona, solo un acercamiento".
De igual forma, la historia de Strassera está atravesada por otros personajes secundarios que, según el autor, “tienen una gran historia en sí y colaboran para completar el cuadro del fiscal”. “Son muy importantes, los abogados defensores, sobre todo, Orgeira son los villanos”, aseguró.
Así, Bauso narró la dicotomía que gira en torno a Strassera y “la épica del hombre que llevó adelante el juicio más importante de la historia argentina”.
CP