En el radicalismo dicen que, paso a paso, están avanzando con las coincidencias que han ido surgiendo a partir del sábado pasado, cuando GerardoMorales decidió adelantar su viaje a Mar del Plata para encontrarse con Horacio Rodríguez Larreta.
Ese fue el primer paso del camino se seguiría. Ese mismo sábado en la tarde hubo una reunión mucho más importante, que impactó en el encuentro entre Morales y Carrió. Hablamos del encuentro entre Hernán Lacunza, el principal economista del larretismo y Eduardo Levy Yeyati, el coordinador de los economistas del radicalismo.
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Esto habla no solamente de los acercamientos entre Morales y Larreta, sino de un consenso creciente hacia un programa económico y de gobierno común.
Este lunes hubo una reunión informal de los dirigentes radicales, encabezada por Gerardo Morales. Era la previa de la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio que se concretó este martes. Ahí ya hubo algunas señales que empezaron a anticiparle a Morales que no todo va a ser un lecho de rosas.
Algunos consideran que es apresurado que Morales se siente a cerrar un acuerdo de este tipo. A eso se sumó la ausencia de Facundo Manes, el diputado nacional que suena como uno de los posibles candidatos presidenciales del radicalismo.
Luego de estas instancias se produjo la reunión entre Carrió y Morales. La prensa habló de un acuerdo electoral, que también es un acuerdo político y programático. Esto anticipa que el escenario de las primarias en la coalición opositora tenga candidatos unificados por este tipo de coincidencias.
Hay, a las claras, una creciente coincidencia en términos políticos y económicos entre la Coalición Cívica, la conducción del radicalismo y el larretismo.
Por el lado de la llamada “ala dura”, estará la presentación del nuevo libro de Mauricio Macri en Mar del Plata y el arranque de la campaña de Patricia Bullrich. La confrontación de proyectos en términos económicos y políticos será indudablemente una de sus grandes contiendas, en la medida de que en cada bando, cristalicen los planteos.
En particular, la idea de una política de shock, algo que sostienen Bullrich o Macri pero los sectores más moderados son reticentes a esa orientación, y genera grandes discrepancias dentro de la coalición.
El debate de fondo es cómo llevar adelante políticas de ajuste en un escenario en el que la situación de crisis económica y la pérdida de poder adquisitivo demanda a los políticos una respuesta de cara al año electoral.
